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 miércoles, 23 de junio de 2004

Enfermos crónicos reciben atención médica en el domicilio
El servicio pediátrico municipal cumplió recientemente diez años de trabajo

Belén Travesaro / La Capital

Niños con enfermedades crónicas tales como patologías pulmonares, desnutrición y sida, son atendidos en su casa por médicos especializados que integran al área pediátrica del departamento de internación domiciliaria de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad. De esta forma acercan al paciente al afecto de familiares y amigos, evitando estadías prolongadas en el hospital e infecciones intrahospitalarias. La propuesta otorga un rol protagónico a la familia por considerar que su presencia completa y sustituye los cuidados institucionales. El área pediátrica acaba de cumplir 10 años de trabajo durante los cuales se atendieron 500 pacientes, la mayoría con afecciones de alta complejidad.

El doctor David Willems, jefe del departamento de internación domiciliaria, dijo a La Capital que el servicio es altamente beneficioso para el niño y la familia, como también para el sistema de salud. Entre sus principales ventajas mencionó el afianzamiento del vínculo madre e hijo; la promoción de la lactancia materna; la disminución del riesgo de infecciones intrahospitalarias; y la disponibilidad de camas para otros pacientes.

La internación en el hogar busca curar, rehabilitar o dar soporte a problemas de salud del paciente y de la familia. El trabajo lo realiza un equipo interdisciplinario compuesto por médicos, enfermeros, trabajadores sociales, kinesiólogos, psicólogos, fonoaudiólogos y farmacéuticos. Atiende a niños con patologías crónicas, como enfermedades pulmonares, desnutridos severos, afecciones neurológicas y sida.

Muchos de ellos requieren soportes especiales como alimentación a través de sondas y la administración permanente de oxígeno. Son niños con afecciones estables lo que permite el seguimiento y control a cargo del equipo de salud con la participación de la familia.


Contención familiar
El servicio otorga a la familia un rol destacado ya que considera que los cuidados que pueda suministrar complementan la atención que recibe el niño de parte del equipo médico. Previa a la internación en el hogar, médicos clínicos y enfermeros entrenan a los familiares en la terapéutica cotidiana y en el manejo inicial de la emergencia. "Les enseñamos a colocar la sonda y a suministrar medicamentos, entre otros cuidados, con la finalidad de que vayan adquiriendo autonomía y aprendan a manejarse con seguridad en la atención cotidiana e imprevistos", dijo la doctora Adriana Gimelli, pediatra y neonatóloga del servicio.

"La respuesta es sorprendente. Muchas madres analfabetas llegan a suministrar a sus niños hasta 12 medicamentos al día, basándose en el conocimiento del tamaño, color y forma de los remedios. Nos dimos cuenta que es más importante la voluntad de aprender y el amor que los padres puedan ofrecer, que el nivel de instrucción", comentó la doctora Gabriela Faguaga, jefa del área pediátrica del departamento de internación domiciliaria.

Cuando los padres tienen inconvenientes para contener al niño enfermo, el equipo médico los acompaña en la búsqueda de otras personas cercanas a la familia, sea un abuelo, tío, hermano y hasta algún vecino o amigo.


Evaluaciones previas
Faguaga aclaró que no cualquier niño puede recibir la cobertura de este servicio. Para determinar si es apto se realiza una evaluación integral que contempla aspectos clínicos y sociales. Médicos, enfermeros y trabajadores sociales estudian, de acuerdo a las necesidades de cuidados del enfermo, si se puede brindar la internación domiciliaria. Los solicitantes en general son derivados por médicos del Hospital de Niños Víctor J. Vilela y son niños de bajos recursos que no cuentan con obra social.

La frecuencia del seguimiento depende de la patología del niño y sus necesidades. Por lo general las visitas del médico clínico, enfermero y kinesiólogo son diarias, en especial en aquellos más comprometidos; mientras que el trabajador social, psicólogo y fonoaudiólogo se ocupan de intervenciones más específicas que no necesariamente deben ser diarias. Algunos niños están internados en el hogar durante meses, en tanto que otros pueden estar años.

El seguimiento se efectúa con especialistas de efectores municipales a través de interconsultas con los profesionales en el hospital. El respaldo institucional también es extensivo a la atención médica durante una emergencia. Ante una descompensación, el enfermo es generalmente derivado a la guardia del Hospital Vilela.


Enfermedades crónicas
Desde los comienzos del servicio, en junio de 1994, hasta el 2000, el mayor porcentaje de pacientes en internación domiciliaria pediátrica correspondía a bebés recién nacidos con escaso peso que solicitaban ayuda para la recuperación nutricional. A partir del 2000 y hasta el presente, los mayores pedidos corresponden a niños con enfermedades crónicas. Esto se debe al perfeccionamiento de los recursos terapéuticos y a los avances tecnológicos en medicina.

Ahora si bien siguen atendiendo a neonatos, ya no es para la recuperación de peso, sino para el tratamiento de patologías crónicas de mayor complejidad.

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