| domingo, 20 de junio de 2004 | Barrio Ludueña Un balazo en el pecho a la dueña de un locutorio La asaltaron cuando cerraba y le tiraron a quemarropa. Por milagro, el proyectil no afectó órganos vitales La bala pasó justo por donde tenía que pasar, no tocó un sólo órgano vital y quedó incrustada en el pecho de Edith Barrionuevo. La mujer, de 42 años y dueña de un locutorio y maxiquiosco en barrio Ludueña decidió enfrentar a una pareja de pibes que la sorprendió antenoche en el momento que iba a cerrar para robarle. Pero los jóvenes le dispararon a quemarropa. La víctima salvó su vida de milagro y ahora está internada bajo observación en el hospital Centenario con un proyectil clavado en el tórax, mientras los médicos evalúan los riesgos que implicarían la extracción del plomo.
El violento asalto ocurrió poco después de las 22 del viernes en el local ubicado en Navarro 5901, casi esquina Solís. Fue a menos de una cuadra de donde hace seis meses mataron a una anciana, un crimen que renovó los reclamos por mayor seguridad en Ludueña. "Vivimos con el corazón en la boca, pero estamos acostumbrados", señaló una vecina de la cuadra que se acercó al locutorio por novedades sobre su amiga.
Barrionuevo se había quedado unos instantes sola y estaba a punto de cerrar. "Yo estaba con ella, pero me tuve que ir unos minutos a mi casa, que queda arriba, y ahí fue que la asaltaron. Esperaron a que se quedara sola", contó ayer a La Capital Manuel, el concubino de Edith, al frente del negocio mientras la mujer se recupera.
El hecho se desató cuando ingresó una parejita de adolescentes. "La piba debe tener 14 años y el chico menos de 18, por lo que contó la mujer", comentó el comisario Manuel Soria, titular de la seccional 12ª. "Estos pibes le dijeron que querían hacer una llamada y la mujer les habilitó una cabina. Entraron, pero no llamaron a nadie porque la computadora no registró nada. Así que salieron enseguida y la asaltaron. En apariencia la víctima se resistió y le pegaron un tiro en el hemitórax derecho". agregó el oficial.
Tras el estampido, los pibes huyeron sin llevarse nada de valor. "Escuché un ruido como de cohete y a Edith que pedía ayuda. Cuando bajé la encontré ensangrentada, pero consciente. Podía hablar. Me dijo que se sentía bien, que me quedara tranquilo y que cerrara el negocio", recordó Manuel. Edith fue conducida al Centenario en un patrullero que llegó poco después del asalto.
Mientras su mujer se repone en el hospital, Manuel ayer abrió el negocio como todos los días. Vecinos del barrio se acercaban para hacer alguna compra de golosinas y cigarrillos y de paso preguntaban qué novedades había con Edith. "Los médicos dijeron que era muy peligroso operarla. Es preferible dejar la bala donde está y no tocarla. No tocó ningún centro vital, pero ella está muy dolorida", manifestó Manuel mientras cobraba y habilitaba cabinas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Manuel, pareja de la mujer atacada el viernes, en el negocio de Navarro 5901. | | |