Básquet: La caída ante Detroit Pistons acerca el final de una dinastía en la NBA

Para los Lakers esa derrota tuvo mayores consecuencias que las previstas

Para Los Angeles Lakers la amplia caída (4-1) sufrida ante Detroit Pistons en la final de la liga norteamericana de básquetbol (NBA) 2003-04, tuvo muchas mayores consecuencias que las previstas, ya que en las últimas horas el entrenador durante las últimas cinco temporadas Phil Jackson y el ala pivote Karl Malone, decidieron no renovar sus contratos.

El equipo angelino ganó tres títulos (1999-2000, 2000-01 y 2001-02) y jugó cuatro finales en los últimos cinco años, con Jackson como entrenador, quien ante los Pistons perdió su primera final en diez.

Además, una de las megaestrellas, el pivote Shaquille O'Neal al enterarse que la prioridad de los Lakers era retener al escolta Kobe Bryant (su contrato vence el 30 de junio y le ofrecerán uno nuevo por 7 años y 140 millones), le pidió a los dirigentes de la franquicia que lo pusieran en la lista de transferibles.

No obstante, Bryant, quien afronta un juicio por presunta violación en Colorado, no tiene muchas intenciones de continuar con el equipo angelino y ya habría sido tentado por San Antonio Spurs y Denver Nuggets.

El gerente general de los Lakers, el ex jugador en la década de los 80, Mitch Kupchack, declaró que si Shaquille O'Neal se lo solicitaba lo pondría en la lista de negociable.

Precisamente, el gigante deberá cobrar este año 27,5 millones de dólares y en la próxima nada menos que 30,6.

La situación de Jackson (58 años y 14 dirigiendo en la NBA, 9 con Chicago Bulls y 5 con los Lakers), se definirá en los próximos días, ya que por tener una relación sentimental con la hija del dueño del equipo, Jerry Buss, podría ocupar un alto cargo ejecutivo en la franquicia.

Tampoco van a estar con Los Lakers el base Gary Payton, quien resultó un verdadero fracaso y el alero Byron Russell, mientras que está en estudio la continuidad del alero Rick Fox y del ala pivote ucraniano Stanislav Medvedenko.

En cambio seguirían el base suplente, Derek Fischer, los aleros Luke Walton y Kareen Rusch y el ala pivote Brian Cook.

Hablar de nuevas incorporaciones es muy temprano, ya que recién a partir del 1ro de julio podrían iniciarse las conversaciones, pero en esa nómina algunos de los que puedan vestir la camiseta de los Lakers, pueden ser Tracy Mac Grady, quien no quiere seguir más en Orlando Magic, pero al que también pretenden los Spurs.

Y si no sigue Kobe Bryant, a Jackson le gusta mucho Emanuel Ginóbili y su opinión de pasar a ser directivo puede pesar e intentarían ofrecerle a Manu un contrato millonario por 7 temporadas.

Claro que entre los que lleguen pueden estar también algunos jugadores en intercambio con O'Neal, quien pese a no ser figura desequilibrante de los tres títulos de los Lakers, sin dudas que siempre es apetecible por sus 2,16 metros, sus más de 150 kilos y la potencia debajo de los cestos.

Lo que se perfilaba como la desintegración de la dinastía que dominó en el final del siglo 20 y los comienzos del 21, está muy cerca de consumarse y mucho costará recuperar el nivel y la jerarquía de equipo, si se concreta el alejamiento de dos de sus dos figuras emblemáticas: Kobe Bryant y Shaquille O'Neal. (Télam)

El banco de los Lakers es una postal de la desazón. El desmantelamiento del equipo es inminente.