 | sábado, 19 de junio de 2004 | La dura vida de una familia en la isla El puestero Remigio Román construyó su rancho sobre un terraplén de seis metros de ancho por 1,20 de altura. Es su segunda vivienda, años atrás una creciente le llevó la construcción que ahora reemplazó por paredes hechas con paja colorada de la isla, tejida con alambre fino. Allí vive en forma humilde con su esposa y ocho hijos. Al lado de la casa están los corrales ya que se gana la vida cuidando animales, y más allá de este predio la vegetación se extiende por las 1.200 hectáreas que tiene la isla. Según Román, dos meses atrás llegó un grupo armado que acampó en la isla. "Tenían armas de guerra sin numeración y se autodenominaban como policía rural para hacer el desalojo, de noche disparaban y nos escondíamos con mi familia", contó el puestero, y agregó que denunció la situación ante la Guardia Rural Los Pumas, frente a quienes el grupo dijo pertenecer a una agencia de seguridad de Villa Gobernador Gálvez. "Los llevaron detenidos pero una orden los liberó", explicó.
Pero no fue el único episodio doloroso que le tocó vivir. Ayer, según relató, la parte querellante lo llamó aparte y le sugirió que sacara "sus cositas" del rancho y que se fuera, y que cuando las cosas estuvieran más tranquilas le iban a dar 10 mil pesos en la mano. "Acá me di cuenta de que no era algo legal. Cómo me iban a pagar sólo para que desaloje el rancho. ¿Cómo? ¿Y lo mío, y mis haberes, mis aportes?", relató entre sollozos. enviar nota por e-mail | | |