La ex primera dama aseguró que le encantaría enfrentar en las urnas a Cristina Fernández

Chiche Duhalde dijo que Kirchner actúa como si fuera un dictador

La diputada bonaerense se quejó de que los ministros impugnen a su marido cuando expresa una opinión

La diputada Hilda Chiche González descartó un inminente encuentro entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde, advirtió acerca de actitudes "dictatoriales" del gobierno y aseguró que le "gustaría competir" con Cristina Fernández en Buenos Aires.

Pero las expectativas sobre una próxima reunión entre el presidente y su antecesor, tras los fuertes cruces verbales de la última semana, se enfriaron repentinamente cuando el propio Kirchner admitió que no tuvo intenciones de contactarse con Duhalde.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, aclaró, a su turno, que "no hay nada previsto" al respecto aunque, como siempre, dejó abierta una puerta, al afirmar que podría realizarse un encuentro entre ambos "en cualquier momento".

La nota la dio, sin embargo, la esposa de Duhalde. La diputada reivindicó el derecho del ex presidente a expresar sus opiniones, aunque sean distintas a las de la Casa Rosada, y pidió al gobierno que cuando suceda eso no envíe a los ministros a "responder permanentemente", porque esto implica una actitud "como si estuviéramos en una dictadura".

Tras descartar un encuentro entre Kirchner y Duhalde antes de que el bonaerense viaje a Montevideo, Chiche reveló que le "gustaría" competir con Cristina Fernández si "en algún momento", dijo, ella decidiera lanzar su candidatura como senadora por la provincia de Buenos Aires.

La diputada nacional admitió, en tal sentido, que la esposa de Kirchner "tiene todo el derecho" de desembarcar en territorio bonaerense al recordar que "nació en La Plata".

Chiche enfatizó luego que, si bien "nadie tiene la verdad revelada", parece que a Kirchner la "verdad relativa del otro le molesta".

Tras calificar a su esposo como un "hombre de temperamento sereno que medita y sedimenta los acontecimientos", definió a Kirchner como alguien que "muchas veces no se toma el tiempo para reflexionar".

"Kirchner es un hombre que mi esposo siempre lo definió como un hombre rebelde de sanas rebeldías que muchas veces se manifiesta más temperamental, y yo diría que muchas veces no medita o muchas veces no se toma el tiempo para reflexionar los acontecimientos", deslizó.

Al ser consultada sobre el sentimiento que le provocaría la postulación de Cristina Fernández en la provincia -una jugada del kirchnerismo para enfrentar al duhaldismo-, la ex primera dama aseguró: "No me molestaría".

"Es más -continuó-, si en algún momento yo decidiera competir por la senaduría, me gustaría competir con ella porque creo que nosotras, las mujeres, podemos mejorar la calidad de la política".

La diputada, además, dijo no "creer" que su esposo tenga la intención de lanzarse como candidato a senador. "No creo, no está en sus planes. El lleva adelante una tarea (en el Mercosur) que a mí me llena de orgullo", aseguró.

En el momento de mayor tensión en la relación entre el jefe del Estado y Duhalde, quien apoyó a Felipe Solá en sus reclamos por la coparticipación y criticó la política oficial de derechos humanos, Chiche defendió a su marido.

"Un ex presiente como Duhalde tiene el derecho de manifestar sus opiniones y eso no tiene que alarmar a nadie", dijo.

La legisladora advirtió que "si alguien opina distinto analicemos por qué, no mandemos a los ministros a responder permanentemente porque es una respuesta como si realmente estuviéramos en una dictadura".

"Yo quiero tener la libertad para opinar, sin que nada se resquebraje", completó.

Insistió sobre este punto: "Podemos manifestar cada uno nuestras opiniones. Esto en un país serio no produce ninguna tragedia pero aquí, cada vez que uno tiene una opinión, parece que es opositor y esto no puede ser".

La tensión entre Kirchner y Duhalde va en aumento y ya no parecen disimularse los gestos del encono. Ayer, en su visita a San Antonio Oeste (Río Negro), el presidente le respondió elípticamente al bonaerense por haber criticado su política en derechos humanos.

Kirchner aprovechó el caso del teniente coronel Bruno Laborda, quien admitió haber participado en fusilamientos durante la dictadura, y sobre eso dijo que "es una muestra más de los hechos sangrientos y lamentables que nos ha tocado vivir" y "para que muchos vean que es presente y no pasado", remarcó, en una suerte de respuesta a Duhalde, quien dijo a la revista Noticias no estar de acuerdo con la política de derechos humanos del gobierno nacional.

Por otra parte, consultado sobre la posibilidad de adelantar las elecciones legislativas del próximo año, el presidente fue tajante: "Bajo ningún aspecto".

Cuando se le preguntó sobre el rol de la oposición, Kirchner ironizó. "A muchos les gusta hablar. El tema es que a mí también me gusta hablar", dijo.

Durante el acto en Río Negro, el presidente dijo saber "que hay intereses que tratan de crear una Argentina para pocos".

También defendió la decisión de enviar tropas a Haití "para mantener la paz y ayudar a la restauración de la democracia" en ese país, y para "impedir que las bandas armadas sigan logrando su cometido".

Chiche subió el voltaje de la disputa entre su marido y Kirchner.