| miércoles, 16 de junio de 2004 | Linchan en Bolivia a un jefe comunal aymara Acusado de cometer actos de corrupción, un alcalde fue secuestrado en la Paz y ajusticiado en su pueblo La Paz. - Tras ser acusado de cometer actos de corrupción, el alcalde del poblado aymara de Ayo Ayo, en los Andes bolivianos, fue linchado por una turba que lo golpeó con palos y piedras y le prendió fuego. El asesinato del alcalde Benjamín Altamirano, un indígena aymara de 55 años, se produjo en una localidad que es vecina a Ilave, el pueblo peruano donde el pasado 26 de abril una turba enardecida también linchó a su jefe comunal. Un concejal del municipio aymara fue detenido acusado de ser instigador del secuestro y posterior linchamiento.
Altamirano se enfrentaba a un proceso judicial por malos manejos de los recursos económicos del municipio y, según la prensa boliviana, había sido secuestrado en otras ocasiones, mientras su casa fue blanco de un asalto en el mes de abril de este año. Según el portal informativo Bolpress, el alcalde asesinado pertenecía a Nueva Fuerza Republicana (NFR), un partido populista de derecha que integró el gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, obligado a renunciar por una rebelión popular en octubre del año pasado.
El prefecto del departamento de La Paz, Nicolás Quenta, explicó que "el alcalde Altamirano fue secuestrado y quemado en su casa" ayer a la madrugada. Quenta precisó que el cadáver de la víctima fue arrastrado hasta la plaza de la localidad aymara. "Un acto criminal como éste no será permitido en nuestro departamento", comentó el prefecto paceño.
Altamirano enfrentaba desde hace meses dificultades con enemigos políticos que lo acusaban de presunta corrupción y había sido secuestrado el lunes pasado, según manifestó el fiscal de Operaciones Especiales, Fernando Cortez, quien recibió la denuncia de los familiares. En un cuadro dantesco, el cadáver de Altamirano -un indígena aymara de 55 años- fue encontrado ayer a media mañana aún amarrado a un poste de energía eléctrica "carbonizado". Altamirano fue interceptado la noche del lunes por desconocidos en una calle céntrica de La Paz, a 82 kilómetros de Ayo Ayo, e introducido por la fuerza en un vehículo que partió con rumbo desconocido, según una de sus hijas.
Según señaló Radio Panamericana de Bolivia varios concejales del municipio aparecen como sospechosos del asesinato, que tendría fines políticos. Algunos miembros del Concejo Municipal de Ayo Ayo declararon de forma indolente, según la radio, que Altamirano fue víctima de la justicia comunitaria, un proceso indígena de hecho que no es admitido por las leyes del país.
Ayer fue detenido y vinculado con el crimen, el concejal Samuel Saturnino Apaza, quien sería el instigador del linchamiento. Los aymaras de Ayo Ayo intimaron a varios periodistas a que "apaguen las cámaras y grabadores" y los expulsaron, también con palos y piedras, según narró una periodista de la red privada Unitel.
Un poblado aymara El municipio de Ayo Ayo, que cuenta con cerca de 7.000 habitantes en la provincia de Aroma, es un punto de paso en la ruta troncal del altiplano boliviano entre La paz y Oruro. Esta localidad andina, a unos 50 kilómetros al oeste de la frontera con Perú, es vecina del poblado peruano de Ilave, donde en mayo pasado pobladores aymaras lincharon al alcalde Cirilo Robles.
El caso se produjo en el marco de una creciente agitación social, en plena campaña de apoyo o rechazo al referendo sobre política energética propuesto por el presidente Carlos Mesa y previsto para el próximo 18 de julio. Múltiples bloqueos de rutas se sucedieron en las últimos días en zonas del altiplano andino y en la frontera con Argentina, Paraguay y Perú. enviar nota por e-mail | | |