CLASICOS

El eterno retorno al camino

Unos 80 autos de todas las épocas se congregaron este fin de semana en el XXII Rally 100 Millas de Rosario organizado por el Club de Automóviles Históricos local

Jorge Kaplán / La Capital

Unos 80 automóviles clásicos de todas las épocas y variadas marcas salieron a la ruta este fin de semana, repitiendo el ritual de devolver a los modelos más antiguos a su lugar en el mundo: la ruta. El Club de Automóviles Históricos de Rosario (Cahr) organizó el XXII Rally 100 Millas de Rosario con un recorrido que incluyó el cruce del puente a Victoria y una prueba de regularidad en medio del paisaje de las cuchillas entrerrianas.

El rally se inició en la soleada pero fría mañana del sábado en la avenida Belgrano a la altura de Canal 5, desde donde la caravana de unos 80 vehículos partió hacia el puente Rosario-Victoria.

Del otro lado del Paraná, se inició la prueba de regularidad que se hizo en dos etapas (ida y vuelta) al complejo turístico Acuarela cerca de Rincón de Nogoyá, con parada para un refrigerio intermedio. Los competidores recorrieron un total de 100 km por la ruta provincial número 11 hacia el sur, que une Victoria con Gualeguay.

La movida convocó a amantes de los autos clásicos de Rosario y otras ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Rafaela, y Venado Tuerto, entre otras. Los modelos presentados fueron muy variados, desde un Imperia de la categoría Veteranos, muchos Ford A, y marcas como Buick, Oldsmobile, Opel, BMW, Jaguar, Porsche, Mercedes Benz y Alfa Romeo. También tuvieron su lugar modelos populares como el entrañable Fitito, un Fiat 1100, un Fiat 1500 de 1967 cuyo dueño no se cansó de contar que el auto tenía tan sólo 18 mil kilómetros de rodaje, un yeyo 404 y un Torino. Otro modelo destacado fue un Delage que siempre estuvo en la familia de su actual dueño, que lo heredó hace 50 años.

Buena -y abundante- comida, máquinas espectaculares, sol, el río y la geografía entrerriana fueron los ingredientes del fin de semana para la fiesta rosarina de los autos clásicos.

Esta es la segunda oportunidad en la que los clásicos cruzan el puente a Victoria, una obra que les permitió a los organizadores rosarinos cambiar el paisaje de los recorridos, trocando las monótonas y planas rutas de Santa Fe por las trepadas a las cuchillas entrerrianas. Desde la organización celebraron que el puente "permitió ofrecerles a los participantes un escenario mucho más interesante y así quedar un poco más cerca de los (eventos) cordobeses".

El domingo por la mañana, la actividad se trasladó al predio de la Prefectura Naval,en la Bajada Sargento Cabral y el río Paraná, con las pruebas de habilidad conductiva que pusieron a prueba a pilotos y máquinas. Allí fue conmovedor ver a eternos vehículos exigiendo a fondo motores y suspensiones.


La prueba
La competencia fue fiscalizada por el Club de Regularidad de Rosario e incluyó clasificaciones general (que sumaba regularidad y habilidad), por categorías de épocas y además la Copa Challenge reservada a los socios del Cahr.

En la clasificación general se impuso el binomio Salino-Dufour a bordo de un Peugeot 404, que también terminó primero en su categoría "Contemporáneos" . En "Veteranos" (1905-1919) se impuso el binomio Platini-Feraudo oriundo de Rafaela en una de las joyas del rally: un venerable Imperia excelentemente conservado que lucía el número 01. Es preciso aclarar que no tuvieron que preocuparse mucho para ganar porque fue el único en su categoría, pero se debe tener en cuenta que es un vehículo que orilla los cien años de vida.

En la categoría "Vintage" (1920-1929) ganó el Ford del equipo Colabella-De Paoli, en "Post Vintage" (1930-1945) se impuso la tripulación de San Francisco (Córdoba) Alonso-Nivoli en un Buick, en "Post Guerra" lo hizo el MGA de Mogni-Grasso, y en la categoría "Interés Especial" quedó primero la coupé Fiat de Molinaro-Molinaro.

En tanto, la Copa Challenge, destinada al socio del Cahr mejor clasificado en la general, fue para el Opel de Romano-De Blassis.

El Club de Automóviles Históricos de Rosario ya está trabajando para la próxima edición del Rally dentro de un año, y los participantes seguirán puliendo hasta el más mínimo detalle sus autos, hasta que nuevamente sean convocados a su lugar y su esencia: el camino y el movimiento.

Las pruebas de habilidad conductiva (gymkana) se realizaron el domingo por la mañana en el predio de Prefectura, en Bajada Sargento Cabral y el río. Motores y suspensiones exigidos a fondo.