| miércoles, 26 de mayo de 2004 | Incidentes en el centro y en el Cruce Alberdi a la salida de boliches El hospital en el final de la noche Un comerciante quedó inconsciente por una paliza. Operaron a un chico por un puntazo en la garganta En las horas previas al feriado del 25 de Mayo y ya entrada la madrugada la actividad nocturna fue muy intensa en Rosario. El movimiento fue mucho mayor que sus secuelas violentas, pero hubo dos casos graves: uno alcanzó a un hombre de 40 años y otro a un joven de 19 a la salida de boliches. Uno de los jóvenes fue apuñalado en un boliche del cruce Alberdi. El otro herido es un hombre castigado con ferocidad, según los familiares, por una patota que le robó las zapatillas y una cadena de oro. La paliza le provocó traumatismo de cráneo y hasta anoche permanecía internado inconsciente en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias. El pibe de 19 años estaba en una cama del Hospital Centenario y su estado era reservado después de ser operado.
Cristian Aguirre salió a las 23.30 de su casa del barrio Yrigoyen con dos amigos. Cristian decidió ir a bailar al boliche La Diosa, de Salta al 3500, porque actuaba su grupo de música tropical predilecto. Sus compañeros fueron a otra discoteca.
Quien reconstruyó el incidente fue la madre del muchacho -Mirta- porque Cristian no puede hablar ya que la cuchillada que recibió le atravesó el cuello y aparentemente le afectó las cuerdas vocales. Según contó la mujer, todo transcurría con normalidad. El muchacho bailaba cerca de una escalera donde había apoyado su campera de cuero negra con cuello gamuzado. Una amiga de Cristian lo alertó de que un chico se la quería robar. "Para que no se la sacaran, mi hijo se la puso y le dijo a unos conocidos que se iba para el baño", explicó Mirta, con acento norteño, enfundada en la campera de su hijo.
El muchacho que intentó apoderarse de la prenda lo siguió hasta el baño y allí le asestó una cuchillada con una faca apenas atravesó la puerta "No discutieron pero creo Cristian conocía al pibe que lo atacó", dijo la madre.
A las 4 el muchacho se quedó casi inmóvil. Sólo atinó, según su mamá, a cubrir con sus manos el pecho. Unos segundos antes había salido el agresor ante la mirada atónita de los jóvenes en la pista. Junto con Cristian estaban dos amigos, un chico y una chica, que fueron testigos del violento episodio. A pesar del pedido de ayuda, los responsables del boliche, según los parientes, no se la brindaron. "La dueña que se llama Teté no hizo nada y no quiso llamar a una ambulancia", aseguró una hermana de Cristian de 16 años.
Según dijeron los familiarse del pibe, a regañadientes un patovica lo subió a su auto y lo trasladó al Hospital Centenario, donde quedó internado en la sala de terapia intensiva. "Le dijeron que apurara la marcha cuando lo llevaban, pero el tipo les contestó que no lo presionaran porque si no lo bajaría", afirmó la chica.
Los médicos lo operaron y anoche su estado era reservado. El puntazo le atravesó el cuello y dañó la garganta. La cuchillada afectó las cuerdas vocales y ayer el muchacho no pronunciaba palabra. "Además tiene un cuadro infeccioso", explicó su hermana de 22 años.
Cristian trabaja como ayudante en una carpintería e iba con frecuencia a La Diosa donde "nunca había tenido problemas", dijo Mirta. La mujer se quejó por lo que ella consideró absurdas medidas de seguridad. "A unos amigos de Cristian no los dejaron entrar al boliche porque tenían un botella de gaseosa de plástico, pero no controlan si los pibes entran con cuchillos", se lamentó.
La emboscada La otra víctima es Sergio Romero, un comerciante de 40 años que vive en el barrio General San Martín, en la zona sur. Cerca de las 5 salió de bailar de un boliche en Tucumán al 1100. En Mitre y Tucumán fue emboscado por un grupo de jóvenes, "una patota de entre 10 y 15 pibes lo rodearon para robarle", explicó el hermano de Sergio, que prefirió mantener su identidad en reserva.
Al parecer, el comerciante resistió y entonces padeció una andanada de puñetes y puntapiés. "Le dieron con todo, hasta con una baldosa", explicó el hombre. Sergio se desplomó desvanecido al suelo y desde allí fue trasladado al Hospital de Emergencias. Sus atacantes desaparecieron con sus zapatillas y una cadena de oro anudada en su cuello. Llegó con un traumatismo encefalocraneano y hasta anoche no había recuperado el conocimiento. "Esta tarde (por ayer) lo van a pasar a la sala de terapia intensiva. Además le van a realizar una tomografía computada en el sanatorio Laprida porque el tomógrafo del Heca está descompuesto", explicó su hermano. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La madre y las hermanas de Cristian Aguirre. | | |