Gallego: "La última esperanza la tenemos el sábado"

Luis Castro / La Capital

Esta vez Américo Gallego habló. Si bien aún le quedaban secuelas del duro golpe que le propinó Lanús a su equipo en el Coloso y lo dejó a un atisbo de quedar afuera de las copas. Por eso el dolor aún estaba latente y el Tolo conservaba toda la bronca acumulada desde el domingo. "Tuvimos cinco minutos fatales de desconcentración que nos costó el partido. La última carta para clasificar la tenemos el sábado", confesó el entrenador en el predio de Bella Vista a metros del vestuario, donde atendió a los medios para cobijarse de la intensa llovizna y, a la vez, mostró su ira por no poder contar con Rosales.

El entrenador retomó el diálogo con la prensa después del silenzio stampa que tuvo el domingo y trató de mostrar buen humor, más allá de que lo sucedido el fin de semana lo había dejado sin habla. "El primer tiempo lo jugamos bien, el segundo bastante bien pero no concretamos. Lo que teníamos que hacer nosotros lo hicieron ellos, tirar la pelota para arriba y que aguantaran los dos delanteros. Cometimos errores infantiles. Ahora tenemos la última esperanza el sábado, hay que ganar sí o sí. Vamos a viajar antes y habrá que jugársela".

-¿Te molestan los goles de pelota parada?

-Sí, porque ustedes ven cómo trabajamos (NdeR.: en realidad la mayoría de las prácticas son a puertas cerradas). Lo único con lo que nos podía complicar Lanús era de esa manera, y nos hacen todos los goles. Hace mucho que no veía uno a rastrón de un córner. Son seres humanos que tuvieron cinco minutos fatales. Lo lamento por la gente, que estaba enganchada con nosotros porque veníamos de siete partidos sin perder. Ahora hay que remontar de nuevo. Tenemos que jugarnos la última carta porque es la última chance que tenemos. Si empatamos o perdemos no llegamos más.

-¿Los favorece que Talleres no tenga el mismo rendimiento del inicio del torneo?

-Nos favorece que no juegue De Bruno, que es el que lleva la pelota y da pases gol a Osorio o Piriz Alves. Ellos juegan con línea de tres, hay que ver cómo jugamos nosotros ya que Mauro no estará. Lo de Rosales es otro golpe que no sé cómo llamarlo. Como entrenador me la banco, pero no estoy conforme porque es un arma mortal y es el único jugador importante.

-¿Pensás que si no llega a jugar ninguno de los dos encuentros será que lo convocaron para sacarte un jugador?

-No, je. Estuve en la selección y el técnico tiene el derecho de llamar a los mejores. Le tocó a Mauro, pero estamos por clasificar a una Copa. Gracias a Dios, Steinert está recuperado y vamos ver si tenemos otra variante.

-Más allá de la ausencia de Rosales y la vuelta de Aguirre, ¿pensás en otro cambio más?

-Sí, porque la defensa no me conformó, je. Esto es así, hay que trabajar. Es posible que juegue con dos puntas.

-¿Hubo alguna autocrítica dura por lo sucedido el domingo?

-Soy un motivador que en eso tengo mucha experiencia y no les puedo caer a mis jugadores porque faltan cuatro partidos y hay esperanza. Saben bien los errores que cometieron, lo hablamos. Tuvimos cinco minutos fatales donde dimos un paso importante hacia atrás en lo anímico.

-Da la sensación de que Zapata a veces está muy solo en la contención.

-Lo que pasa es que no marcamos al cinco contrario, por eso debemos trabajarlo. Esta semana vamos a hacerlo en lo táctico y voy a parar mucho el juego. Nos falta eso. Yo no me rindo y estoy más fuerte que nunca para entrar a una copa.

-Decís que estabas entero, pero el domingo después del segundo gol no saliste más del banco.

-Y.... llovía (risas). Estoy mal de la garganta, estoy fusilado. Salgo a festejar cuando se hace un gol de buena factura.

-Bueno, pero los goles de Lanús no eran para festejar.

-No, pero el nuestro fue lindo. Estuvo cerca Patiño y Silvani, y si terminaba 3 a 1 el primer tiempo estaba bien.

-En los primeros minutos Newell's arranca con todo y luego se va quedando. ¿Qué pasa?

-Sí, pero no toda la culpa es mía. No me hagás a hablar.

El Tolo habló de cinco minutos falaes de desconcentración en el choque con Lanús.