| domingo, 23 de mayo de 2004 | A los señores taxistas Buenos días, hasta luego, gracias...¿esas palabras no figuran más en el diccionario? Me manejo mucho en taxi. Diariamente hago como mínimo dos viajes. Y realmente estoy cansada de los malos modales de estos señores. Yo sé que trabajan muchas horas por día, que tienen muchos problemas. Yo también trabajo más de ocho horas diarias, tengo un negocio y sé lo que implica atender a la gente. Pero también sé que es esa gente la que necesito que venga a mi negocio para que funcione. Pero yo creo que los choferes de taxi no lo ven así. Apenas uno se sube al auto te hacen sentir como que les estás invadiendo su privacidad. No contestan cuando se les saluda, los redondeos que hacen con los vueltos siempre son a favor de ellos y además la limpieza de algunos autos deja mucho que desear. Por supuesto, hay gente muy atenta y correcta, pero les aseguro que son los menos. Los problemas económicos y sociales que sufrimos no tienen que ser un pretexto para liberar la mala educación y el "vale todo". No nos equivoquemos porque con esa mentalidad nunca vamos a mejorar. Nos falta mucha educación civil. Señores taxistas: a ver si nos esforzamos un poco en mejorar la calidad de servicio que están dando.
María Elena Dall'Anese
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