Pánico en la casa de un transportista de Acebal

Tres ladrones exigieron un dinero que la familia no tenía. Amenazaron con pasar corriente eléctrica al dueño

Una familia de un transportista de Acebal, localidad ubicada a unos 45 kilómetros al sur de Rosario, vivió un angustioso trance cuando tres delincuentes irrumpieron en la vivienda en busca de dinero y, al no encontrarlo, amenazaron con picanear al jefe de familia. Nadie resultó lastimado y los asaltantes se alzaron con 500 pesos en efectivo, un cheque y algunos electrodomésticos de la casa. Las víctimas recordaron que diez días antes uno de los hampones, que fingió ser un vendedor de cereal, se había entrevistado con el dueño de casa.

El negocio que obviamente nunca se concretó sirvió para que el simulador hiciera su trabajo de inteligencia. "Este es el primer caso con estas características que ocurre en un año y medio. Delitos como éstos ya no se veían en esta zona", comentó una fuente policial de Acebal a modo de ejemplo de lo poco acostumbrados que están los habitantes de este pueblo del extremo sur del departamento Rosario. El atraco se produjo poco después de las 20 en la casa de la familia Derosa, en Julio Roca al 900.

En ese momento estaban Cristian, el padre; su mujer, su hija y dos familiares más. Según contó el dueño de casa a la policía, los tres hombres aparecieron por la puerta principal de la casa. "Acá no pasa como en las ciudades, la gente todavía deja las puertas sin llave", comentó un vocero policial.

De la forma en que entraron sorprendieron a todos y de inmediato comenzaron a reclamar dinero. Los asaltantes hicieron saber que había efectivo de la casa, pero Derosa les manifestó que allí no había plata. Por eso, según contó el hombre a la policía, uno de los maleantes cortó el cable de un aparato eléctrico y amenazó con usarlo a modo de picana para hacerle cantar dónde estaban los billetes.

No fue la única sensación de horror que tuvo Cristian. Cuando los ladrones entraron enseguida reconoció a uno de ellos. Según fuentes policiales consultadas por La Capital, uno de los malvivientes había estado diez días antes frente a Derosa. El desconocido llegó en un auto Peugeot 504 y lo fue a ver para ofrecerle para la venta una carga de cereal. "Derosa le dijo que la compra no era lo suyo, que se dedicaba al transporte solamente y el hombre se fue. No tuvo más novedades hasta ayer a la noche", comentó un vocero.

Antes de retirarse, la banda se apoderó de 500 pesos en efectivo y de un cheque, cuyo monto se desconocía. La policía de Acebal no tenía pistas firmes para dar con los autores del golpe. "Que actuaran a cara descubierta indicaría que no serían de la zona. Además estamos muy cerca del límite con el departamento Constitución y es probable que hayan huido hacia allí", sostuvo un investigador.