| sábado, 22 de mayo de 2004 | Culminó tercero a nivel panamericano Judo: Miguel Albarracín clasificó a los Juegos Olímpicos Rodolfo Parody / Ovación Tuvieron que pasar algunos años hasta cumplir su meta. Miguel Albarracín alcanzó en el campeonato Panamericano de judo de Isla Margarita el pasaje a los Juegos Olímpicos de Atenas en la categoría 60 kg luego de intervenir en varios torneos selectivos que lo dejaron en el 3º puesto del ránking de la Unión Panamericana de esta arte marcial, y como consecuencia dentro de los seis mejores que accedieron a la cita olímpica. En Venezuela tuvo un traspié inesperado y quedó afuera en su primera lucha contra un dominicano, pero le sobró con los resultados que había conseguido en las anteriores competencias. La rápida eliminación no ensombreció una gran campaña que lo depositó en Grecia y que tuvo su revancha días después con las victorias en el torneo Simón Bolívar, casi ante los mismos rivales y en el mismo lugar, y en República Dominicana.
Antes de concurrir al Panamericano, Albarracín le manifestó a Ovacion que pretendía ganar. Ambición que quedó simplemente en eso al caer en su primer combate. "Quise emplear una técnica en la que no estaba muy seguro, me contragolpeó y perdí. Supongo que también me presioné mucho para este torneo y no era necesario", explicó el único judoca rosarino que irá a los Juegos, contrastando con lo ocurrido cuatro años antes cuando fueron tres los clasificados a Sydney: Sebastián Alquatti, Martín Ríos y Gastón García, su actual entrenador en el club Náutico Sportivo Avellaneda.
Para intervenir en los Juegos el rosarino compitió en varios torneos clasificatorios. En el 2002 quedó en el tercer puesto en el Panamericano de Santo Domingo, en el 2003 ocupó la tercera posición en la Copa del Mundo de Buenos Aires y ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. Mientras que sólo sumó puntos por haber participado, sin demasiada suerte, en el Mundial de Osaka del año pasado y en el último Panamericano de Isla Margarita. Como la plaza no la gana el judoca sino el país, a su puntaje hay que agregarle una quinta posición de Edgardo Caminos en el Panamericano de Salvador de Bahia en 2003, pero por sus mejores actuaciones el designado entre los dos fue Albarracín.
El rosarino tuvo el desquite de lo ocurrido en el Panamericano. En la 6ª Copa Internacional Simón Bolívar se llevó el título y una semana después también ganó la Copa Internacional de Santo Domingo.
Pero Albarracín también piensa en su futuro. Desde hace tiempo especula con la posibilidad de radicarse en otro país. Parecía que se inclinaba por España, pero finalmente eligió Brasil. "Fui a Porto Alegre, donde vive mi novia, a despejarme un poco y para iniciar tratativas con el club Sogipa. Luego de charlar con ellos, me ofrecieron de todo y decidí que a la vuelta de los Juegos me radico ahí. Me consiguieron trabajo con un grupo de kinesiología y me van a pagar entre 800 y 1000 reales (el cambio con el peso es 1 a 1). También se harán cargo de los 1200 reales que cuesta asistir a una facultad privada".
Pero Albarracín aún no sale de su asombro. Luego de aparecer en una nota publicada por un diario brasileño, tres petroquímicas y una agencia de viajes quisieron subvencionarlo. "Llamaron al club Sogipa preguntando quién era yo y por qué iba a los Juegos Olímpicos y no me habían visto nunca. Le tuvieron que aclarar que era argentino". Por haber nacido en otro país se perdió los 16.000 reales que estaban dispuestos a aportar las empresas, aprovechando los beneficios que implica sponsorizar a un deportista y que los exceptuan de pagar algunos impuestos al Estado.
Antes de su radicación en Porto Alegre, vendrán los Juegos Olímpicos y para llegar en plenitud tendrá una intensa preparación con un campo de entrenamiento de dos semana en Buenos Aires, desde el 31 de mayo, y después seguirá la misma rutina en Barcelona y Madrid. "Estoy preparándome para llegar a mi pico de rendimiento en los Juegos", comentó.
"Duermo menos por la ansiedad que significa ir a los Juegos y me pongo a pensar con quién me puede tocar luchar. Creo que recién voy a poder disfrutar si logro mi objetivo. Por ahora no. Ante la pregunta sobré qué debe conseguir para sentirse bien, no se anima a decir nada, por una cuestión de cábala. "No digo nada porque cada vez que que dije que iba a ganar no lo logré". Pero Albarracín ya concretó una victoria para pocos: ser un deportista olímpico. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Albarracín será el único judoca rosarino en Atenas. | | |