| sábado, 22 de mayo de 2004 | ¿Por qué gastar dinero? Me pregunto cuál es el motivo de gastar dinero en la remodelación de un bar para transformarlo en un museo, si el bar en sí es un museo de todas formas, museo de recuerdos, de historias, de proyectos y esperanzas algunas de ellas truncadas. El museo de la memoria es ahondar más en nuestras penurias, es recordarnos lo que sufrimos y queremos olvidar, pero eso es imposible. El museo en cuestión no nos traerá un futuro mejor, porque está asentado tras un manto pensado y razonado en la destrucción, el abandono, el dolor del alma y ejecutado a través de la muerte. El error del pasado cometido por ignorancia, ese es el que forja un futuro porque nos da la posibilidad de corregirlos. Aunque a veces la memoria nos juega una mala pasada y de todas formas seguimos cometiendo los mismos errores, como por ejemplo al sufragar y al olvidar. Entonces para qué necesitamos un museo de la memoria, si cargamos todos los días con el dolor por los desaparecidos, con súplicas olvidadas y respuestas no contestadas. No será que este museo será revolver nuestras heridas, qué provecho nos brinda saber que tenemos miedo de que vuelva a ocurrir lo mismo. Y pienso en que tal vez, pero sólo tal vez, lo sucedido no habrá sido acarreado por nosotros mismos. Hagamos memoria, cómo estaba el país antes de lo ocurrido.
José Albornoz
enviar nota por e-mail | | |