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 sábado, 22 de mayo de 2004

Noticias del clima
Buenas condiciones para iniciar la siembra de trigo

El actual contexto internacional de precios para trigo permite prever un incremento del área sembrada para la campaña que está comenzando. Aún bajo consideraciones domésticas, como el aumento del precio del alquiler de los campos y otros aspectos asociados al costo de los fletes internacionales o la intención brasileña de reducir sus importaciones, se augura un panorama de precios sostenidos en un valor muy atractivo. Este modesto resumen de mercado constituye un primer indicador favorable para extender el área triguera.

La producción de trigo en Argentina se distribuye en dos grandes núcleos: sur y norte. En proporciones similares ambas regiones constituyen el 80% de la superficie destinada a este cereal, mientras que el resto se distribuye en el resto de las zonas agrícolas, como por ejemplo el NOA.

El núcleo del sur incluye al sudeste bonaerense como la zona triguera por excelencia y se extiende hacia el centro y sudoeste de la provincia abarcando también sectores de La Pampa. Dentro de la zona de mar y sierras, las ideales condiciones climáticas de la campaña pasada permitieron alcanzar rendimientos récord y el optimismo ha trascendido al comienzo de esta campaña. Esta producción es tributaria de los puertos de Bahía Blanca y Necochea y en general es la más codiciada por el mercado brasileño.

El norte bonaerense, centro este y sudeste de Córdoba, centro sur de Santa Fe y el sudoeste entrerriano constituyen el núcleo norte y durante la campaña pasada su rendimiento fue más heterogéneo. Esta producción se canaliza a través del puerto de Rosario.

Desde el punto de vista climático y del actual estado de reservas humedad, el panorama se presenta mayormente satisfactorio, exhibiendo el núcleo norte almacenajes más elevados, incluso excesivos sobre el centro sur de Córdoba. Hacia el núcleo sur, se presentan niveles de humedad óptimos sobre el este, disminuyendo hacia el oeste pero que perfilan condiciones de arranque que pueden considerarse apropiadas. Se destaca el estado actual del sudoeste bonaerense y el sur de La Pampa que contrastan con la sequía que se generó previa al inicio del ciclo anterior. Sobre el centro oeste bonaerense (Pehuajó, Bolívar) persisten los almacenajes entre regulares a escasos, por debajo de lo esperado para la época, que sin embargo tiene potencial de recuperarse con las lluvias previstas para el fin de semana.

Lo que se observa en el centro sur de Córdoba (Río IV, Juárez Celman, Unión) y lo mencionado de los partidos del centro oeste bonaerense constituyen las principales anomalías dentro de los núcleos trigueros, por exceso y por defecto respectivamente.

De mantenerse las actuales condiciones de circulación atmosférica es probable que el sur de Córdoba siga recibiendo precipitaciones algo superiores a las normales. Debemos recordar que los departamentos afectados por reservas excesivas reciben lluvias que normalmente no superan los 30 mm hasta fin de junio. Bajo las circunstancias actuales, es probable que estos valores se superen y de esta manera se consoliden las reservas excesivas.

Durante la campaña anterior el excelente nivel de reserva en la época de siembra sobre el departamento de Unión fundó la clave para paliar la escasez de precipitaciones que sobrevino hasta entrado el mes de noviembre. De esta manera puede esperarse que los actuales excesos no generen un inconveniente mayor que los relacionados con la falta de piso a la hora de la siembra.

Como resumen pueden esperarse buenas condiciones de siembra en forma generalizada sobre los núcleos pampeanos, con incertezas de signos opuestos sobre sectores de Córdoba y Buenos Aires.

A pesar de lo mencionado al comienzo sobre las favorables condiciones de precio del trigo, la rentabilidad de la soja impone pautas sobre cualquier estrategia. Así por ejemplo muchos productores entrerrianos comenzaron la siembra en fechas más tempranas, lo cual les permitiría sembrar una soja de ciclo más largo con potenciales rindes mayores. De esta manera se disponen a correr importantes riesgos con las heladas tardías. Por otro lado en el sur de Santa Fe se perfila un aumento del área sembrada de cebada, que desocupa los campos 10 a 15 días antes que el trigo, persiguiendo de esta manera el mismo objetivo que los agricultores entrerrianos. Como siempre, el clima y los mercados revisten finos análisis cada vez que se definen estrategias al comienzo de una nueva campaña.

Consultora de Climatología Aplicada (CCA)

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