Control de ataques de asma

Los virus que causan el resfrío común y las infecciones respiratorias son los desencadenantes más frecuentes de episodios asmáticos de la niñez, responsables de hasta el 85 por ciento de los ataques de asma pediátrica. Pero hasta el momento ninguno de los medicamentos que actúan sobre la inflamación bronquial había demostrado su eficacia para tratar episodios asmáticos relacionados con la infección viral en un estudio a gran escala.

Los resultados del estudio Previa (Prevention of Virally Induced Asthma) con montelukast sódico desarrollado por Merck Sharp & Dohme, presentados durante el último encuentro anual de la Sociedad Respiratoria Europea, revelaron que el medicamento es eficaz en la reducción de los ataques de asma desencadenados por el resfrío común en niños menores de 5 años.

Para que se presente un ataque de asma (exacerbación), es necesario que concurran dos factores en el paciente asmático: la inflamación de la vía aérea, en general de origen alérgico, a la que hay que sumar un episodio de infección viral que desencadene la crisis o existir una sobreexposición a un alergeno, u otros motivos.

Se estima que durante la infancia entre el 80 y 90 por ciento de chicos que están razonablemente estables con su asma y que rápidamente se desestabilizan, es a consecuencia de una infección viral, en general de un resfrío común. Por lo tanto, en la medida en que se evite o se inhiban estos episodios el número de crisis puede disminuir notablemente.

Lo que pudo demostrar este estudio es que en los niños con asma intermitente, el uso de esta droga permitía prevenir más de un tercio de los ataques y disminuir el uso de corticoides. El estudio incluyó a más de 500 chicos entre 2 y 5 años con antecedentes de síntomas episódicos de asma leve e infecciones virales (como el resfrío); y se llevó a cabo durante un año en 68 centros de 23 países. La droga se presenta en una formulación disponible para niños a partir de los 12 meses.

El asma afecta a 150 millones de personas en todo el mundo, calculándose su incidencia en los niños en una relación de 1 cada 10, lo que la transforma en la enfermedad crónica más común de la infancia. Solamente en la Argentina, se estima que más de 1,5 millones de personas padecen de asma, y un tercio de esa cifra corresponde a niños menores de 12 años.

Aunque no existe una curación definitiva, es una enfermedad que puede y debe tratarse, y la mayoría de los pacientes bajo control logran llevar una vida activa. Entre los pilares básicos del tratamiento se destacan tener un plan a largo plazo que incluya educación; cambios de comportamientos; evitar los factores que lo provocan; terapia farmacológica y monitoreo médico constante.