Fin provisional del drama político

Este fin provisional del drama político en la democracia más poblada del mundo se producía después de la batería de ataques contra la política por parte del partido hasta ahora gobernante, el nacionalista hindú BJP, que había calificado de "vergüenza nacional" el hecho de que una persona de origen extranjero pudiera convertirse en primer ministro de la India.

Tras la victoria del pasado jueves, que llegó totalmente por sorpresa, Gandhi había logrado reunir el respaldo de más de 300 diputados, una cifra muy superior a los 272 que necesitaba para convertirse en jefa de gobierno. Pero cuanto más se acercaba una asunción del gobierno por Gandhi, más se endurecían los ataques personales del hasta ahora partido gubernamental, el nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP).

El partido "ha decidido dar vía libre a la ira de millones de indios patriotas", dijo el presidente del BJP, Venkaiah Naidu. Su secretario general, Pramod Mahajan, incluso hizo un paralelismo con el levantamiento contra la potencia colonial británica:


"Dignidad nacional"
"Esto va a ser una nueva lucha por la libertad", dijo el estratega del BJP. Por su parte, Govindachaya, un "halcón" del partido, llamó a una "campaña de dignidad nacional". Sushma Swaraj, una de las políticas más influyentes del BJP, incluso anunció que si la católica Gandhi se convertía en primera ministra se afeitaría la cabeza, dormiría en el suelo, se vestiría sólo de blanco y no comería más que garbanzos, tal como hacen los hindúes de luto.

Salvo el saliente primer ministro, Atal Behari Vajpayee, todos los diputados de la anterior coalición de gobierno habían decidido boicotear la ceremonia de asunción. Mas su renuncia al cargo no significa obligatoriamente el fin de la poderosa familia en la cúpula del país: la hija de Sonia, Priyanka, es la principal consejera de su madre, y su hijo Rahul acaba de ser elegido por primera vez diputado por el partido de su familia, el del Congreso. (DPA)