| miércoles, 19 de mayo de 2004 | El triunfo de la revolución Durante la Edad Media, el obispo Bossé había creado la figura de las monarquías absolutas de origen divino. De acuerdo a la idea de Bossé, por un designio celestial, el poder de Dios se trasladaba al rey. En América, el cura jesuita Suárez y Victoria sostenía la idea de que el poder no estaba en Dios sino en el pueblo. En los acontecimientos que tuvieron lugar durante la semana de Mayo hubo dos posturas irreconciliables: la de los españoles, que con el obispo Lué a la cabeza defendía la teoría del absolutismo, posición que hubiera mantenido a Cisneros en el poder, y la de los patriotas, encabezada por Saavedra, sosteniendo la teoría de Suárez y Victoria. Esta última fue la que finalmente se impuso, ya que -al ser detenido Fernando VII por Napoleón- el pueblo asumió el poder con el primer gobierno patrio. Conviene aclarar que la población no participó de aquella heroica gesta, porque Buenos Aires era una aldea de 50.000 habitantes y apenas hubo unos 200 frente al Cabildo. La Revolución de Mayo de 1810 la hizo el ejército criollo de Patricios, al comando de Saavedra, lo que ademas reafirma la tesis de que ninguno de los movimientos emancipadores americanos hubiera triunfado sin el respaldo de los cañones.
Ricardo Carreño, DNI 4.283.845
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