Arte, desidia e incultura

Deseo felicitar al arquitecto José Mario Bonacci, permanente difusor del patrimonio histórico de nuestra ciudad, por su artículo publicado el domingo 16 de mayo en el suplemento Turismo. Me duele como rosarino contemplar lo que él acertadamente señala: el daño que se ocasiona permanentemente a nuestros monumentos y murales, y el abandono de parte de las autoridades en lo que respecta a su protección y reparación. Lamentablemente, soy profundamente escéptico acerca del futuro cese de esta incultura agresiva. Pero sería un avance si los gobiernos municipal y provincial iniciaran una campaña permanente en pro del comportamiento ciudadano, que no abarque sólo a estas actitudes que lesionan nuestros derechos y nuestro acervo, sino también a las conductas incivilizadas e irresponsables de quienes conducen vehículos, sea del tipo que fueren y de los que arrojan desaprensivamente residuos o papeles en la acera. Si al visitar una ciudad se evidencian las inconductas, las conclusiones sobre sus habitantes son tan obvias que -valga la redundancia- sería obvio catalogarlas.

Doctor Juan Carlos Linares Casas