| sábado, 15 de mayo de 2004 | "Es feo que se juegue con el sentimiento de la gente" Según Palos, "es lógico" lo que ocurrió con Bermúdez Luciano Palos tiene la virtud, o el defecto, dependiendo de los intereses, de llamar a las cosas por su nombre. Quizás no se trate de un hábil declarante, no tiene porqué serlo, pero la claridad conceptual es un atributo que no abunda en el mundillo del fútbol. Tampoco son usuales las declaraciones sobre temas conflictivos. La mayoría recurre a la gambeta. Lulú, como buen arquero, apela a un recurso mucho más sencillo. Lo bueno es que no le pega de punta y para arriba.
-¿Se descompensó el plantel por lo que sucedió con el Patrón Bermúdez?
-No, para nada. En el plantel hay jugadores con mucha personalidad.
-¿Suponías la reacción de la gente?
-Sí, es lógico. Es feo que se juegue con el sentimiento de la gente. Pero para nosotros debe ser pasado y no nos tiene que importar, porque justamente somos los que sacamos a Newell's adelante. Somos los responsables de conseguir algo con esta camiseta.
-Generalmente pasa que los que no conocen el hábitat donde se desempeñan transgreden las reglas y terminan dañando el sentimiento.
-Sí, quizás uno cuando no es hincha dice cosas porque justamente no tiene el sentimiento de un hincha.
-¿Y cuándo se es hincha cómo se reciben esas actitudes?
-Molesta. Hace 14 años que estoy en el club, toda una vida, y la verdad es que son cosas que lastiman. Pero ya está, ya se acabó. Ahora tenemos que pensar en la gente, en el club y en nosotros, que es lo que verdaderamente importa.
-Debe ser extraña la sensación de entender a la gente a pesar de que esté dañando a un compañero.
-Sí, pero es entendible, con Jorge (Bermúdez), o con cualquiera. Y en cualquier club. Es comprensible una reacción de ese tipo cuando te tocan el color de tu camiseta.
-¿Creés que te podría pasar lo que le ocurrió a Bermúdez?
-No, uno, más allá de todo, se debe al lugar en el que está. Hay que respetar el ámbito de trabajo porque de ahí uno come.
-¿Fuiste el único del plantel que alguna vez se le plantó a Bermúdez?
-No, no, para nada.
-Adentro de la cancha.
-No, no.
-Cuando mandó en cana a un compañero.
-No, no.
-Aquello de Ruiz contra Banfield en la primera fecha.
-No, no, fue un entredicho, pero...
-Pero fuiste el único, nadie se le animó.
-Eh... Gracias a Dios sucedió, peor hubiera sido que no pase nada.
-¿Te ilusionabas con la cinta de capitán?
-No, no, no (risas y ojos espantados). Creo que está en muy buenas manos. Pepi (Ariel Zapata) es un muy buen jugador y un gran capitán. La decisión fue muy buena.
-Es casi la contracara de Bermúdez. De cómo acondicionarse a una institución y hacerse querido y respetado inmediatamente por lo que se entrega adentro de la cancha.
-Sí, apenas jugó el primer partido se notaba que se iba a meter a la gente en el bolsillo por su entrega. El va a cada pelota como si fuese la última. Y eso al resto nos motiva porque sabemos que al lado tenemos a un tipo que se juega la vida en cada jugada.
-Mucho juego y pocas palabras.
-Sí (risas), la verdad es que es una persona que habla poco y juega mucho. En definitiva creo que eso es lo que el jugador de fútbol tiene que hacer. Nadie ganó nada jamás ni consiguió un puesto sólo hablando. Para ganarse a la gente hay que ganar algo y demostrarle en cada partido que uno deja todo por la camiseta.
-La cinta es simbólica, pero ¿no creés que le corresponde a alguien del club con cierta trayectoria?
-A lo mejor es ridículo, pero viste que jamás me quise poner el número uno. A partir de eso pensá lo que pasó acá en Newell's con todos los que se pusieron la cinta de capitán. Cejas, Crosa, Fuentes, Domínguez, Bermúdez... Dejame donde estoy. enviar nota por e-mail | | |