El artista y los Killer Burritos se presentán en La Comedia

Coki Bernardi: "Soy muy bruto, no sé leer música, siempre me manejé con la intuición"

El cantautor, que hoy toca con un cuarteto de cuerdas, dijo que no tiene un don pero que es riguroso en su trabajo

U. G. Mauro / La Capital

Coki Debernardi se propuso cambiar el color de sus canciones, al menos por una noche. El cantante, junto a sus Killer Burritos Emiliana Arias (batería) y Julián Acuña (guitarra), se presentará hoy, a las 21.30, en el teatro La Comedia, Mitre y cortada Ricardone, con el acompañamiento de un cuarteto de cuerdas dirigido por Leonel Lúquez. El show, titulado "En la cuerda floja", forma parte del ciclo "Rosario es el rocanrol", organizado por la Secretaría de Cultura municipal. Coki repasará canciones de sus dos discos solistas y y adelantará temas de su próximo CD, "Perdida". En charla con La Capital, el ex Punto G aseguró que no le genera ningún complejo trabajar con gente que supera sus conocimientos musicales.

-¿Cómo surgió la idea de tocar rock con un cuarteto de cuerdas?

-Desde la Municipalidad nos llamaron para tocar en el ciclo y sentimos que había que buscarle una vueltita a la cosa, porque teníamos ganas de hacer algo diferente. Por otra parte lo que vamos a hacer no es nada novedoso. Nosotros les hemos dado tantas vueltas y las hemos maltratado con tantos instrumentos a las canciones... Maltratado en el buen sentido, desde tocarlas con una guitarra y un balde hasta con tres pianos. Con lo del cuarteto de cuerdas siempre fantaseábamos, pero es difícil encontrar a gente que quiera hacer los arreglos y juntar a un cuarteto dispuesto.

-¿Cómo se integran los Killer Burritos a ese sonido?

-El cuarteto es de dos violines, viola y violoncello, que es la línea de cuerdas básica. Los arreglos son de Leonel Lúquez. El rock tiene muchas cosas de orquestaciones de música clásica, con esas paredes de sonido que se forman... Lo que cambian son los timbres, pero no dejan de ser cuerdas. Nosotros tocamos sobre ellas, amplificadas y distorsionadas.

-¿Tuviste algo que ver en los arreglos?

-No, en absoluto. Soy muy bruto, no se leer música ni escribirla. Siempre me manejé con la intuición.

-¿Sentís algún complejo al cruzar tu trabajo con gente que viene con una formación más académica y esquemática?

-¡No! ¿Qué complejo puedo sentir al trabajar junto a gente que sabe? Podría sentir miedo al trabajar con alguien que no sabe, pero no cuando lo hacés con alguien que te puede ampliar los conocimientos musicales. Para mí es un placer. Además, esa búsqueda y ver que algo tuyo se puede hacer de mil formas me da mucha curiosidad.

-¿Es ese el momento en el que los rótulos dejan de tener importancia?

-Yo soy músico, artista, escribo, toco la guitarra y algún otro instrumento. La verdad es que no me fijo en eso. Hoy estamos en una etapa muy guitarrera y muy salvaje que puede llega a pasar. Cuando a uno le gusta la música y le gusta tocar, puede llegar a tocar cualquier cosa.

-¿Cualquier cosa? ¿Dejarías, por ejemplo, que te brote un tango?

-Creo, en ese caso, que no estoy cerca del tango. Sé que tengo una manera muy melancólica y a veces muy arrabalera, pero no la puedo plasmar. Además creo que el tango llega con una edad y un background que no tengo.

-Además del rock, ¿cuál es la música que logra conmoverte?

-Cuando tenés abierta la puerta de casa para recibir música puedo conmoverme con una ranchera, con Liliana Herrero, Lou Red, Bob Dylan, los Clash. Hay canciones que son sensibles y no se trata de una cuestión de letra o música. Hay cosas del último disco de (Luis Alberto) Spinettta con las cuales es imposible no emocionarse. Y a veces te pasa con temas pedorros.

-¿La inspiración es un mito?

-No. Yo no nací con un don. Lo que hago es alimentar lo que sé. A veces estás en un lugar y se te ocurre algo que anotás. Después de ahí puede salir algo. Lo importante también es tener un rigor de laburo, porque los dotados son pocos.

-¿La calle alimenta tu creatividad?

-Sí. Lo malo es que nos obligan a estar más dentro de nuestra casa, con el delivery, la computadora y todo eso. No creo en eso de la "universidad de la calle", y creo que hay pavos de calle y pavos que no son callejeros.

-¿Las radios difunden tu música?

-Yo pienso en la música. No estoy interesado en que alguien se interese por mí. Si lo que hago gusta, mucho mejor, pero lo otro sería perder tiempo que puedo usar para escribir.

Coki, Emiliana Arias y Julián Acuña probarán fusionar su sonido rockero a las cuerdas.