| sábado, 15 de mayo de 2004 | Vacía y falta de valores Soy una estudiante de tercer año del polimodal movida ante la incertidumbre que me genera la situación actual de nuestro país y del mundo. Qué vacía y falta de valores está nuestra sociedad. Haciendo un recorrido por el siglo que pasó y con los acontecimientos que se sucedieron en aquellas décadas, me encontré con una realidad tan dura, tan seca, tan dolorosa... Una realidad en que la soberbia, el deseo de poder y el ansia desmedida de riquezas fueron los móviles de los más devastadores y degradantes acontecimientos de la historia del hombre. Y viene a mi mente la Primera Guerra Mundial y con ella la muerte de nueve millones de personas. ¿Alguien se da cuenta de lo que significa eso? Para hacernos una idea el estadio de River Plate tiene capacidad para unas 100.000 personas: imaginemos que 90 estadios colmados de espectadores son derribados, produciendo así la matanza de estas personas. Adelantándonos unas décadas más nos encontramos con la Segunda Guerra, en mi opinión, el hecho más nefasto en el siglo que pasó. En ella, seis millones de judíos fueron asesinados y masacrados durante el Holocausto. Para tener una idea, en la ciudad de Buenos Aires viven unos siete millones de personas. El asesinato de seis millones sería la matanza de más del 85% de los habitantes de esta ciudad... es pensar lo impensable. Pero hay más: ¿cuántas familias destrozaron las bombas atómicas lanzadas el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y el 9 del mismo mes en Nagasaki? ¿Y la guerra de Malvinas? ¿Y el atentado a la Amia o el conflicto palestino israelí? Sin embargo el hoy no aprende su lección y, con el correr de los años, otros hechos tanto o más violentos tiñeron de sangre la faz de la Tierra y continúan, aún hoy, acechando la paz, frágil tesoro de la humanidad. La sociedad debe construirse sobre los pilares del amor y la justicia, valores tan degradados actualmente. De una vez por todas digamos basta. Basta de hipocresía, de violencia, de odio... A todos los jóvenes como yo les propongo no bajar los brazos, luchar para sacar adelante el país, nuestro país. No sé si el gobierno que tenemos actúa de manera adecuada o no. Sólo sé que quiero tener un futuro que valga la pena vivirlo. Somos jóvenes y tenemos toda una vida por delante. Por eso, no perdamos las esperanzas y guardemos siempre la ilusión de poder tener un mundo mejor, o por lo menos un país mejor. Como dijo Cortázar: "Te quiero país desnudo que sueña con un smoking". Luchemos para que de a poco nuestro país se vaya vistiendo.
Micaela Giménez
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