El gobernador renovó sus críticas al proyecto que impulsa el presidente Kirchner

Obeid: "La transversalidad es una idea oportunista"

Cuestionó la actitud "hipócrita" de Binner. Dijo que el ex intendente ganó dos veces con la ley de lemas

Silvia Carafa / La Capital

"Vine porque es una reunión peronista, y a mí me gusta mezclarme con peronistas, y andar entre peronistas", moduló con fuerza Jorge Obeid. La frase arrancó una ovación, puso en marcha la mística y sonó a desafío en la discusión por la transversalidad. Con una copia de las "Veinte verdades justicialistas" en una mano, el gobernador fue por más y arremetió contra el desapego de la identidad. "Tan peligroso como quedarse en la historia es pretender quedarse sin historia", tronó el mandatario en el acto de asunción de las autoridades partidarias del departamento General López, que se realizó ayer en Firmat.

Obeid apeló a la militancia como cadenas de transmisión que le dan capilaridad al movimiento y lo hacen llegar hasta el último pueblito. Por eso instó a valorarla, a cerrar filas y auguró un trabajo a destajo para que los pueblos santafesinos estén administrados por justicialistas. Además, en diálogo con La Capital, desbrozó motivos y razones de la discusión que lo enfrenta a quienes propician la incorporación de referentes extrapartidarios.

-¿Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista?

-Cuando el general Perón regresó al país en el año 1972 modificó esa frase y dijo que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino y yo creo que es así.

-¿Plantear la transversalidad aparece como algo necesario en ese devenir?

-Desde sus orígenes, el peronismo fue un movimiento plural y siempre convocó a otras fuerzas políticas. Eso es correcto e incluso hay que continuarlo. Por eso cuando asumí como presidente del partido dije que es necesario reeditar lo que fue el frente nacional electoral sobre el cual siempre trabajó el peronismo. Y en las próximas elecciones vamos a convocar a todas las fuerzas políticas del campo nacional que quieran integrarse. Pero otra cosa es pretender meterse desde afuera a la vida interna del peronismo.

-¿Cuál es la línea divisoria entre ambas figuras?

-No lo sé porque no entiendo bien qué es la transversalidad. Es un invento que diseñó Chacho Alvarez como vicepresidente, pero duró tan poco que no lo pudo terminar. Ahora, alguien se enamoró de ese proyecto inconcluso y pretende ponerlo en práctica, pero no le atribuyo mucha importancia.

-¿De qué descree?

-En los cuarenta años de militancia peronista vi aparecer dos o tres docenas de proyectos de este tipo y todos fueron fugaces. No tienen posibilidad histórica, son ideas más bien oportunistas y ninguna tuvo posibilidades, como creo que ahora va a suceder con el transversalismo.

-¿Cuáles serían las herramientas cohesionantes?

-El peronismo tiene que modificar muchas cosas, dar una profunda discusión ideológica para aggiornarse y ponerse a tono con los tiempos, pero es algo que tenemos que hacer los propios peronistas desde nuestra estructura y no tiene que venir nadie de afuera a enseñarnos qué tenemos que hacer.

-¿Cómo observa el debate sobre la derogación de la ley de lemas?

-Todos la usaron. En algunos casos benefició al peronismo, pero también a otros partidos. Hermes Binner ganó dos veces con esa ley, pero ahora parece que hubiera triunfado con un sistema escandinavo. Más allá de eso, estoy convencido de que no se puede seguir votando con la actual ley electoral.

Obeid apeló a la mística peronista como elemento de cohesión interna para la militancia.