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 domingo, 09 de mayo de 2004

La semióloga analizó las "mentiras" de la guerra de Irak
Lucrecia Escudero: "En esta era global ya no es posible estar desinformado"
La especialista valoró la existencia de redes de información alternativas

Pablo R. Procopio / La Capital

"Los medios de comunicación tienen, por la naturaleza de su pacto con la audiencia, el compromiso, el deber ético de decir la verdad", asegura la semióloga rosarina Lucrecia Escudero. Pero al mostrar representaciones sociales a gran escala se constituyen en la máquina más importante de producir el imaginario de la gente. Entonces, "¿qué pasa cuándo difunden mentiras estatales como fueron las manipulaciones de Estados Unidos sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la guerra, o la información oficial española sobre la vinculación de (la organización separatista vasca) ETA en los recientes atentados de Madrid?", se pregunta, para responder: "En la actualidad existe un nuevo escenario, una red de información alternativa" que contrasta con las versiones que pretenden mostrar una sola realidad. Para ella, el problema de la información tiene consecuencias políticas directas, graves y definitivas, que, por ejemplo, hicieron "caer el gobierno de José María Aznar" y quizás repercutan negativamente en la reelección de George Bush. Se trata de no llegar al público por un solo canal: el oficial.

Escudero intentará llevar claridad sobre la encrucijada de la manipulación en el seminario "El régimen de la verdad. Temas de sociosemiótica", que brindará a partir de mañana en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en el marco de la maestría en Comunicación Social que dicta esa casa de estudios. La teórica es licenciada en letras de la UNR, doctorada en semiótica con Umberto Eco en la Universidad de Bologna y vive en Francia, donde también es docente universitaria. Sin embargo, visita habitualmente Rosario donde, esta vez, hizo un alto para hablar con La Capital.

-¿Esta manipulación oficial de la información genera realmente convicción en la gente?

-Usted toca un punto muy importante que es la vinculación entre los medios y los sistemas de creencia. Los medios de comunicación producen un pacto fiduciario con la audiencia. Es decir, yo le otorgo credibilidad a la información que transmite el diario La Capital, porque si no no podría vivir en sociedad, porque la experiencia que se tiene del mundo es necesariamente mediatizada a través de la palabra pública del medio: uno está compelido a creerle por la naturaleza del pacto social que tiene con él. El medio no puede mentir y, por la naturaleza de la distribución a gran escala, genera efectivamente manipulación en el sentido positivo; trata de construir la opinión pública. Lo nuevo es que estamos asistiendo a un escenario de manipulación globalizada, porque ahora existe el acceso por Internet y otros ámbitos. Se puede saber lo que dicen los alemanes o lo que piensan los árabes, que son los nuevos actores que intervienen en el escenario mediático. A la pregunta suya sobre si es posible creerle a los medios, se agrega otra: ¿Uno puede estar desinformado en la era global? No. Siempre hay una red de información alternativa. En Madrid se vio cómo el gobierno intentó imponer que la ETA era la autora de los atentados, pero las redes de los teléfonos celulares del mundo empezaron a pasar un mensaje diferente. Eso hizo caer el gobierno de Aznar. El problema de la información tiene consecuencias políticas directas, graves y definitivas. Es un gran mecanismo de construcción del lazo social que me parece apasionante investigar. Pero por otra parte, hay que destacar que si bien usted no puede estar desinformado, es verdad que la manipulación planetaria se convierte en un enorme mecanismo.

¿Hasta qué punto son efectivas estas redes de información alternativas para que no circule una sola verdad?

-Si usted cree en una hipótesis sobre que el poder de los medios es piramidal (un emisor distribuye la información hasta el receptor), la nueva sociedad de red (globalizada) presenta problemas que no tienen solución. Ocurre que ahora no existe más una homogeneización de las fuentes, sino una pluralidad de sistemas de información que son concomitantes y coexisten en el mismo ámbito. Por eso, Umberto Eco llamó con mucha anticipación a esta proliferación alternativa la "guerrilla ideológica". Porque uno no está siempre sujeto a la información del poder, sino a la de la guerrilla, al pequeño atentado de información que se va a recibir. Y así es que como hemos sabido de las torturas en Irak. Las últimas imágenes que han dado la vuelta al mundo (con actos aberrantes contra soldados de ese país por parte de militares estadounidenses), no llegaron por el canal oficial de la fuente, sino por la fuente alternativa. No obstante, quiero hacer un elogio de los medios. Hay muchos temas de la agenda social que nunca se hubieran hablado si ellos no los hubieran divulgado, como el Sida o la corrupción de la Argentina. Los medios ocupan un lugar de amplificación de los temas sociales que resulta sumamente útil.

-Sin embargo, son los mismos que, teniendo la posibilidad de no caer en una sola fuente (oficial), terminan haciéndolo. El diario madrileño El País atribuyó el atentado del 11-M a la ETA en tapa tras un anuncio directo del presidente Aznar.

En ese caso, era tan creíble la legitimidad de la fuente que una estaba obligada a creerla, aún siendo una información mentirosa. También era tan legítima la información de Bush sobre las armas de destrucción masiva, que logró la credibilidad del mensaje. En este caso surge una pregunta ética. ¿Los hombres políticos tienen derecho a mentir? No. Lo que ha pasado es que hubo un corrimiento de la ética en el territorio de la política.

Según el análisis de Escudero, muchas incógnitas se develan con sólo ver quién o quiénes tienen la propiedad de los medios. "Es una ingenuidad creer que los medios no vehiculizan ideología, no sólo ocurre eso, sino que construyen hegemonía", sostuvo. Para la analista comunicacional, ese tema debe ser estudiado "como un mecanismo de poder muy importante".

-En el caso de la guerra de Irak, se evidenció al principio en la mayoría de los canales de información de Estados Unidos una alineación a la política bélica presidencial. Sin embargo, después hubo un quiebreƒ

-Porque irrumpe el evento en la lógica de los medios, que es una lógica de rutina. Usted produce rutinariamente información como en cualquier otra profesión industrial, como en otro trabajo. Cuando irrumpen eventos que rompen la regularidad de la información, aparece la revelación de los medios. Se trata de lo que hizo el Washington Post al revelar las fotografías de las torturas. Esos son los grandes momentos fuertes de los medios. Estamos asistiendo a un momento que le va a costar la campaña a Bush.

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Lucrecia Escudero analiza el rol de los medios.

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