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 domingo, 09 de mayo de 2004

Los dones de Diego

Con fecha 29 de abril pasado se publicó una carta en la que el doctor Raúl Miguel Ghione Pelayo (abogado) hace referencia a Maradona como espejo de la sociedad, según su óptica. Fueron varias las llamadas telefónicas que tuve que tolerar de conocidos que se burlaron de mí por tener como amigo al doctor Ghione. A mí también me ha indignado la postura del jurisconsulto al que conozco bastante y he renunciado a todo intento de mejorar sus actitudes siempre reñidas con los comunes denominadores. Si Dios le hubiera otorgado a abogados, jueces, policías y políticos, entre otros y a cada cual en su oficio, los dones que tuvo Diego como deportista, seguramente tendríamos un país envidiable que fuera verdadero espejo en el que se miraría el mundo. Los fanáticos del fútbol encontraron en Maradona la única vía que trajo a los argentinos una cuota de alegría que les hizo sacar espontáneamente las banderas. Permítame, señor director, descalificar por irrespetuosos los conceptos que Ghione vierte sobre Maradona. Lo llama "piojo resucitado", "paradigma de la viveza criolla", "deportista tramposo", sin interpretar (por carecer de capacidad y pavimento para ello) la "mano de Dios" como una genialidad que sólo se vio luego de analizar largamente las grabaciones, la que nos regocijó más aún porque se los hizo a los ingleses, verdaderos tramposos en el concierto internacional. Se especializa y se ufana el doctor Ghione en generar polémicas, en patear sin razones el hormiguero y, como en este caso, en promover broncas. Pro militarista que se resiste a comprender las diferencias que hay entre apropiación y adopción, llama irresponsable a Maradona por opinar sobre cualquier tema y él lo hace sobre algo que debería entender que le es vedado en absoluto. Pudiendo abundar sobre el particular, no lo hago porque no lo vale. Si Dios, en su inmensa sabiduría y misericordia, nos diera abogados, jueces, policías y políticos que fueran Maradona en lo suyo, ¡qué hermoso y digno país tendríamos!

Oscar Banegas, maestro



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