| domingo, 02 de mayo de 2004 | Ayacucho y Centeno Una letal puñalada fue el epílogo de una pelea Juan José Fernández murió la madrugada de ayer tras ser gravemente herido durante una gresca Un muchacho de 18 años murió ayer a la mañana luego de recibir una profunda puñalada en el tórax, en lo que para la policía fue la culminación de una reyerta callejera ocurrida durante la madrugada en Ayacucho y Centeno, en la zona sur de la ciudad. Un vecino de la víctima, un ciudadano paraguayo de 26 años, fue detenido poco después en su casa, donde confesó ser el autor de la mortal herida y entregó a los investigadores una cuchilla que aún conservaba rastros de sangre.
Juan José Fernández vivía en Dr. Riva al 200. Tenía 18 años y varios antecedentes penales por robo calificado, según consignaron a La Capital fuentes de la investigación. Alrededor de las 4 de la madrugada ingresó al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez con una herida cortante muy profunda a la altura del tórax. Lo habían trasladado desde Ayacucho y Centeno y, según contaron sus allegados, fue atacado durante una pelea que se desarrolló en la calle.
Desde el principio Fernández estuvo muy grave y alrededor de las 8 falleció en el Heca. Con la novedad del deceso, la Brigada de Homicidios y personal de la seccional 16ª comenzaron a investigar el crimen en la zona de villa miseria que da sobre Ayacucho entre bulevar Seguí y Uriburu.
"Primero hablamos con los familiares y luego comenzamos a caminar la villa, principalmente por Centeno y Ayacucho. Los primeros testimonios hablan de una pelea, pero no tenemos confirmado que haya sido así", sostuvo un vocero de la Brigada de Homicidios.
De las averiguaciones en la zona, los detectives se enteraron que cerca de las 3 de la mañana, frente a la vivienda de un vecino de nacionalidad paraguaya, se había producido una intensa pelea.
La casa está ubicada en Ayacucho 4093 y cuando los policías llegaron se enteraron por boca del propio dueño, Carlos Ramón Otazu, que dos muchachos (a uno de ellos lo identificó con el apodo de Juanjo) habían llegado hasta allí con intenciones de robo. "Le patearon y le rompieron la puerta y al parecer quisieron entrar de prepo", comentó una fuente policial. "Eso hay que probarlo, no sabemos a ciencia cierta si ocurrió así", agregó.
Lo cierto es que Otazu, quien vive allí con su mujer y dos hijos, admitió haber tomado una faca casera con una hoja de 30 centímetros de largo y salir a enfrentarlos. Así confesó haber apuñalado a Juanjo, quien resultó ser Fernández, y hasta entregó una cuchilla que tenía evidentes rastros de sangre. Los investigadores encontraron también manchas color bordó en un pasillo lindero con la casa del sospechoso.
El juez de Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho ordenó que se tomen fotografías del lugar y que el detenido quede alojado e incomunicado en la seccional 16ª. enviar nota por e-mail | | |