| domingo, 02 de mayo de 2004 | Preocupa a productores el avance de la roya en cultivos de soja La roya de la soja, la infección que ataca al cultivo más extendido del país, ingresó por las provincias del noreste, pero ya está en lotes de Santa Fe y Entre Ríos y, aunque su avance inquieta a los productores, los responsables de controlar su desplazamiento aseguran que los daños "no son preocupantes".
"Ya se detectaron casos altamente sospechosos de roya de la soja en algunos lotes del norte de Santa Fe y Entre Ríos pero los daños no son preocupantes porque la enfermedad se presentó en un avanzado estadio de maduración de los cultivos", confirmó la coordinadora técnica del Programa Nacional de Roya de la Soja, Flory Begenisic.
La experta agregó que "en la última semana también se identificó roya de la soja en Colonia Irigoyen (Formosa) y La Paloma (Santiago del Estero), que se sumaron a las ya conocidas de Colonia Aurora y Cerro Azul (Misiones) y Colonia Liebig, Santo Tomé, Loreto y San Borjita (Corrientes)".
Por su parte, el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo (Sinavimo), dependiente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), indicó que además de los casos de Santa Fe y Entre Ríos la infección se identificó en distintas localidades de las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.
La roya de la soja es producida por el hongo Phakopsora pachyrhizi y su aparición en "una etapa tardía de maduración, minimizó las pérdidas y permitió que los daños no sean preocupantes", explicó Begenisic.
El período más crítico para el cultivo es la "etapa reproductiva" que va desde "la floración hasta el llenado de las chauchas" ya que en instancias "más avanzadas" de la planta la infección no produce grandes pérdidas en los rendimientos.
Begenisic destacó que las "condiciones favorables" para el desarrollo del hongo recién se produjeron con las lluvias de otoño con días de alta humedad y temperaturas de entre 15 a 28 grados.
Para la especialista, el avance de la enfermedad en la Argentina, era "esperable" a partir de su presencia en los países vecinos, Brasil, Paraguay y Bolivia.
"La roya, detectada a comienzos del siglo pasado en Asia, es una enfermedad explosiva, que puede alcanzar una gran difusión en pocos días, ya que las esporas se esparcen fácilmente, llevadas por el viento, lo que posibilita su diseminación por grandes distancias en corto tiempo", explicó Begenisic.
La especialista procuró no incurrir en proyecciones alarmistas pero admitió que en "condiciones óptimas (para el hongo) la enfermedad puede extenderse al 90 por ciento de los cultivos en apenas 21 días y provocar la pérdida total de la cosecha si no se la trata adecuadamente".
La observación resulta inquietante ante la difusión alcanzada por el cultivo de la soja en el país que con más de 14 millones de hectáreas en la última campaña ocupó el 50 por ciento de la superficie sembrada.
"El constante monitoreo de los cultivos permite detectar tempranamente la roya ante lo cual los productores deberán aplicar fungicidas, a unos 20 dólares por hectárea, que aunque encarezcan en un 25 por ciento los costos de producción darán eficaz protección a las plantas", señaló Begenisic.
En el cono sur, la roya apareció por primera vez en 2001, en cultivos de Brasil y casi simultáneamente se detectó en Paraguay, donde rápidamente se extendió a la mayoría del área cubierta con la oleaginosa mientras que a mediados de 2003 se registró también en Bolivia.
Hasta el momento no hay variedades de semillas de soja resistentes a la roya y por ahora baja significación comercial no ofrece a las empresas del sector los estímulos económicos suficientes como para arriesgar inversiones en investigación para obtenerlas, por lo que los productores deberán confiar únicamente en la efectividad de los fungicidas existentes en el mercado para combatir la infección. (Télam) enviar nota por e-mail | | |