Dos equipos que tratan bien la pelota

No siempre es conveniente comparar cuestiones, estilos y generalidades entre dos equipos que cuentan con jugadores de distintas jerarquías individuales, como es el caso de Central y River.

Pero pese a este distanciamiento, notorio por cierto, también pueden apuntarse ciertas similitudes que alcanzan a los dos equipos. La primera, quizás la más evidente, es que esta tarde se enfrentan dos equipos que basan su funcionamiento en el buen trato de la pelota y a partir de esa preciada virtud, intentan progresar en campo contrario.

La muestra elocuente de esta intención la encarnan los marcadores de punta, recibidos de correcaminos porque se proyectan constantemente y poco proclives a la hora de ponerle el cuerpo a la recuperación. Se sabe que tanto Ferrari y Papa, por el lado de Central, y Garcé y Juan Fernández, en los millonarios, ofrecen espacios para que los volantes por afuera saquen su rédito.

Precisamente en la línea media también se encuentran señales para emparentarlos, ya que en esa zona Vitamina Sánchez y Montenegro o Gallardo lucen como la usina generadora de fútbol, y los volantes por los costados hablan el mismo idioma futbolístico. Se habla de Messera y Coudet en el sector derecho y Lucho González y el pibe Irace por el izquierdo.

El sector en donde estas semejanzas se caen a pedazos es en el rubro delanteros. Mientras que River tiene en Cavenaghi y Salas a dos de los mejores delanteros del fútbol argentino, Central todavía no logró resolver la alarmante falta de contundencia de sus atacantes, llámese Cámpora, Claudio González, Herrera y Belloso.

Russo, el técnico canalla.