| viernes, 30 de abril de 2004 | Bush y Cheney declaran ante la comisión que investiga el 11-S A diferencia de otros funcionarios, lo hicieron a puertas cerradas en la Casa Blanca y sin jurar Washington. - El presidente estadounidense, George W. Bush, declaró ayer ante la comisión del Congreso que investiga las posibles fallas de seguridad e inteligencia anteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en ese país. Tras meses de resistirse a ello, el mandatario se presentó en la Casa Blanca a puertas cerradas junto con su vicepresidente, Dick Cheney, ante 10 representantes de la comisión.
Bush y Cheney fueron interrogados acerca de las medidas que tomaron en respuesta a la creciente amenaza de la red Al Qaeda y su líder, Osama Bin Laden, en los ocho meses que estuvieron en el cargo antes de los atentados en Nueva York y Washington.
Cediendo a la presión de los familiares de las víctimas y de la propia comisión, Bush y su vice acordaron responder las preguntas, pero sólo con la condición de que fueran interrogados juntos y en privado, y sin que se grabara la sesión. Presidente y vice se sentaron uno frente al otro y a ante la chimenea. Miembros de la comisión se acomodaron en sofás y sillas. En la reunión también estuvo el principal asesor legal de la Casa Blanca, Alberto Gonzáles, y otros dos abogados que tomaron notas. Asimismo, la comisión llevó una persona para hacer apuntes.
Testimonio histórico En la historia de EEUU, este testimonio forma parte de una de las escasas apariciones de un presidente ante un panel de legisladores de este tipo. Los medios de comunicación locales se refirieron a un momento histórico. Bush se opuso en un principio a la creación de la comisión.
Los demócratas han criticado que Bush comparezca junto con Cheney, porque consideran que con ello se busca dar una "versión única" de la historia y que el presidente quiere evitar la impresión de que se está investigando su gestión. La recepción del grupo en su despacho tenía el fin de evitar la imagen de ser interrogado como "acusado", se aseguró desde la oposición.
A diferencia de las personas que testimoniaron antes, los dos líderes no declararon bajo juramento y lo hicieron a puerta cerrada en el Salón Oval. El interrogatorio duró tres horas, una más de lo previsto. A los legisladores se les permitió tomar notas, aunque no hay un registro escrito oficial del encuentro.
Algunos funcionarios han acusado a la administración Bush de no haber dado prioridad suficiente a la amenaza terrorista, si bien la Casa Blanca lo niega. El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, aseguró a la comisión que había "señales de alarma" ya en el verano (boreal) de 2001 y que para fines de julio no podrían haber sido peores, según un informe de la comisión.
Otro de los puntos a aclarar es el comportamiento de Bush en el día de los atentados y si realmente existía una amenaza creíble contra el avión presidencial Air Force One. Este hecho se usó como argumento para explicar por qué Bush no regresó de inmediato a Washington.
Uno de los temas que ocupan a los legisladores es un memorando presidencial desclasificado hace poco, fechado el 6 de agosto de 2001 y titulado "Bin Laden decidido a atacar EEUU".
La comisión legislativa dará a conocer su informe este verano (boreal), meses antes de las elecciones presidenciales del 2 de noviembre en EEUU, por lo que será analizado en detalle para evaluar la actuación de Bush tanto por parte de los votantes como de la oposición. (DPA y Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El presidente no reveló detalles del interrogatorio. | | |