| viernes, 30 de abril de 2004 | La diferencia entre pensar y memorizar Cintia Corti cursa el 3º año del polimodal en una escuela de Alcorta. Tiene 17 años, varios de ellos recorridos por las olimpíadas matemáticas tanto a nivel nacional como internacional. De muchos de estos certámenes Cintia volvió con premios. Confiesa que participar en estas competencias requiere un entrenamiento no siempre usual en la escuela.
En cambio, si se trata de definir qué pasa con el estudio en las aulas del polimodal, la alumna afirma que en general la escuela secundaria "mucho estudio no demanda en la casa, con lo que uno aprende en clase es suficiente, para las pruebas por ejemplo".
¿Y cómo se aprende a estudiar? Cintia responde con una anécdota: "Un año en mi escuela nos ofrecieron trabajar algo diferente a las materias conocidas. Entre todos propusimos que fueran técnicas de estudio. Fue una buena idea que impulsó una profesora, porque en realidad depende más de estas iniciativas que de los programas".
En una mirada crítica a sus docentes afirma que "algunas profesoras se preocupan más que otras porque los chicos se interesen por la materia y cómo estudiarla. A veces te piden que busquemos un material, pero luego no se verifica si se hizo o no".
¿Cuál es el secreto de Cintia cuando se sienta a estudiar? "La matemática, el entrenamiento que realizo para las olimpíadas me ayuda mucho para pensar las materias, no para memorizarlas. Esto significa relacionar con otro tema, llegar a una conclusión", explica. Enseguida asocia esta idea con una profesora que para enseñarle historia y geografía la llevaba a pensar por qué ocurren los hechos que estudiaba.
También comenta que muchos chicos están más acostumbrados a repetir que a pensar. "Hay quienes anotan en la carpeta palabras que no entienden ni saben luego explicar", pone como ejemplo al final de la charla. enviar nota por e-mail | | |