| miércoles, 28 de abril de 2004 | Dormidos boca arriba María Laura Favarel / La Capital El sindrome de muerte súbita del lactante continúa siendo un enigma de la medicina. Según datos estadísticos nacionales del 2002, constituye una de las principales causas de mortalidad infantil. En un intento de prevenir su incidencia, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una campaña en la cual recomienda acostar al bebé boca arriba, en contraposición a la costumbre de hacerlo boca abajo. Esta recomendación se basa en investigaciones realizadas a partir de la década del 80 en las que quedó demostrado que la muerte súbita del lactante está fuertemente relacionada con dos factores de riesgo independientes: la posición boca abajo y el hábito de fumar de la madre durante el embarazo. Estudios realizados en el país desde el 1991 hasta el 1998 confirmaron que la modificación de esta conducta disminuyó la incidencia de fallecimientos del 0.8 al 0.6.
Sin embargo, la costumbre de que los recién nacidos duerman boca abajo sigue siendo frecuente en Latinoamérica y el Caribe, de acuerdo a un estudio realizado en centros de salud de la región. El Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (Clap) efectuó una investigación al respecto en hospitales de Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, El Salvador, Guatemala, Guyana, Jamaica, México, República Dominicana, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, St. Kitts, Trinidad y Tobago y Uruguay. Según el organismo, la razón por la que perdura la costumbre sigue siendo "un gran misterio". No ocurre lo mismo en los países más ricos luego de que se confirmó que esta práctica conducía a las muertes "sin causa aparente", en una proporción de 5 cada mil nacimientos
Al respecto, el Clap con sede en Montevideo y dependiente de la Organización Panamericana de la Salud, afirmó que en latinoamérica aún no fue adoptada la decisión como ocurre en naciones más desarrolladas.
Sondeo en Latinoamérica Desde comienzos de los •90 se realizaron campañas de difusión en la región para modificar los hábitos arraigados en madres y médicos, y lograr que los niños fueran puestos en posición supina, acostados de espalda.
La investigación revela que en los hospitales consultados la postura más aconsejada es poner al bebé de costado, que según el Clap "no debe ser recomendada, porque aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante debido a que tiene más probabilidades de rotar hacia abajo".
Del total de hospitales consultados, en 18 se acostaba a los niños boca abajo (8,5%); 104 de costado (48,8%); 53 boca arriba (25,2%) y en 37 no se adoptaba una posición definida o las respuestas fueron inconsistentes (17,5%). Además, pudo establecerse que sólo el 15% de los hospitales brinda información escrita a la hora del alta sobre cuál es la correcta posición para acostar a los niños.
"Las recomendaciones dadas en el hospital -subraya el estudio- tienen una enorme influencia sobre la posición que los padres adoptarán para acostar a sus hijos en el hogar", por lo que los especialistas recomiendan que se adopte "una conducta uniforme y explícita de acostar a los recién nacidos boca arriba y sugerir esa práctica a los padres".
También,el Clap advierte que el temor a que los chicos pueden tragar su propio vómito es infundado, porque "es una causa muy rara de muerte y nunca fue descripta como origen del sindrome de muerte súbita".
Campaña nacional La campaña de prevención del sindrome lanzada por el Ministerio de Salud busca capacitar, asesorar y la difusión de las medidas de prevención para reducir una de las principales causas de mortalidad infantil.
El sindrome de muerte súbita continúa siendo una de las principales causas de mortalidad infantil, según datos estadísticos nacionales del 2002, en que murieron 403 menores de un año, el mismo nivel que las muertes ocurridas por las infecciones respiratorias agudas.
Liliana Pellegrini y María Angélica Fabbri, pediatras neonatólogas de la Maternidad Martin y miembros de la Sociedad de Pediatría de Rosario explicaron a La Capital que este sindrome, conocido como muerte en cuna o muerte blanca, ocurre con "el fallecimiento en forma inesperada de un niño sano menor de un año mientras duerme". Su frecuencia es mayor entre los 2 y 4 meses de edad. Las médicas afirmaron que "la causa permanece desconocida y no hay forma de predecir quién lo va a padecer".
Según un informe ministerial, el 90% de las víctimas tiene menos de seis meses y sólo un 2% sobrepasa los doce meses de vida.
Enigma médico "Este sindrome todavía representa un enigma médico. No hay consejos que garanticen evitar la muerte súbita, pero hay formas de disminuir el riesgo", argumentó Pellegrini.
Desde la utilización de las pautas recomendadas por la Organización Panamericana de la Salud, en nuestro país disminuyó la incidencia del 0.8 por mil nacidos vivos en 1991 a 0.6 por mil en el 98.
En este sentido, las pediatras de la Maternidad Martin recomendaron, para un sueño seguro, "acostar el bebé boca arriba; no fumar en la misma habitación donde duerme el niño, ya que la incidencia de muerte súbita es tres veces mayor en aquellos cuyas madres fumaron durante el embarazo, y mantener al niño con una temperatura adecuada (cálida), sin abrigo excesivo".
También aconsejaron amamantar al bebé cada vez que lo pida; utilizar un colchón firme, sin almohada; dejar brazos y manos del lactante por fuera de la ropa de cama y asegurarse de que su cabeza quede descubierta. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Recomiendan utilizar un colchón firme, sin almohada, dejar los brazos afuera y las manos del bebé. | | |