La gran jerarquía de los jugadores desbordó a Luza

Alejandro Cachari / La Capital

La noticia estaba al caer y cayó. La continuidad de Gustavo Luza al frente del equipo de Copa Davis viene tambaleando desde el mismo momento en que este deporte adquirió en el país la impresionante dimensión que le dieron los resultados. Una especie de refundación del tenis argentino.

Más allá de las dos semifinales consecutivas con un toque de fortuna que disputó Argentina, el ex integrante del conjunto nacional en dobles en las épocas de vacas flacas fue cerrando con sus propios errores las puertas de una capitanía que hoy parece, al menos, fuera de contexto.

El peso que adquirieron figuras como Coria, Nalbandian, Calleri y Chela hizo tambalear la figura de alguien que además colaboró para quitarle justificaciones a su cargo.

Es un puesto demasiado importante como para que el que lo ocupe goce al menos de antecedentes suficientemente pesados para sostenerlo.

Ayer se conoció que 14 tenistas de este país le solicitaron a la Asociación Argentina que reemplace a Luza por Alberto Mancini o Martín Jaite. Las opciones están apoyadas en una de las condiciones esenciales para el cambio: ninguno de los dos tiene tenistas a su cargo.

El pedido, que tenía pretensiones de secreto, fue firmado por Coria, Nalbandian, Calleri, Chela, Zabaleta, Gaudio, Cañas, Acasuso, Arnold, Etlis, Rodríguez, Hood, García y Prieto durante la disputa del abierto de Montecarlo. Se sumaría a la nómina el juvenil Mónaco.

Lapidario. La primera consecuencia debería ser la renuncia de Luza. Pero el mensaje no está sólo dirigido al entrenador, sino que incluye a la Asociación. De hecho, la coyuntura también desestabiliza al titular Enrique Morea y hace tambalear su investidura.

El mes pasado, los brasileños, encabezados por Gustavo Kuerten hicieron un planteo similar pero mucho más vehemente, al punto de no integrar el equipo que perdió con Paraguay en Costa do Sauipe.

No cabe ninguna duda que los argentinos fueron más prolijos y eso les otorga una especie de primer triunfo político en la búsqueda de un cambio.

Existe el tiempo necesario como para que la transición no sea traumática, ni incida en los resultados deportivos.

El primer golpe a la continuidad y a la credibilidad de Luza lo dio el no de Chela para la serie con Belarús.

Para entonces, la relación laboral del ex tenista con la Asociación y sus veleidades de periodista ya lo ponían en una posición incómoda.

El colmo de la incompatibilidad se produjo en la semifinal de Estoril, torneo que ganó Chela, cuando Luza debió opinar sobre las bondades y errores del Flaco pocos días después de que el jugador se negara a su citación. Una situación muy poco ética de parte del capitán. No debió estar sentado al lado de Guillermo Salatino.

El ciclo Luza parece terminar. Tambalea desde el mismo instante en que los top de la Legión empezaron a dar que hablar en el ránking. Su ascendente sobre los tenistas es casi imperceptible. Y su desparpajo para ocupar varios cargos inadecuados a la vez también.