Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"La cruz del sur": Un perfecto retrato de la marginalidad
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Luciano Suardi, Letizia Lestido y H. Tortonese. Dirección: Pablo Reyero. Género: Drama policial. Duración: 86 minutos. Sala: Village.

"La cruz del sur" es una ajustada pintura de la marginalidad, plasmada a base de buenas actuaciones y de logrados climas. Sólo Humberto Tortonese, como el travesti Wendy, y Oscar Alegre, como el narcotraficante El Negro, resultan reconocibles, ya que el director Pablo Reyero apeló a actores debutantes para los protagónicos: Luciano Suardi (Javier) y Letizia Lestido (Nora). Tres marginales -Javier y Wendy, hijos de un ex presidiario en libertad condicional y oscuras relaciones, y Nora, empeñada en la búsqueda del cadáver de su padre desaparecido por la dictadura- roban un importante cargamento de drogas a un narcotraficante amparado por policías corruptos. La reacción es inevitable. Tal es la trama de este drama policial ambientada en la costa atlántica, pero en el que, aumentando la idea de tierra sin ley, no se hace referencia a ningún nombre geográfico. El director demora la resolución de ciertas secuencias, como la de la permanencia de los protagonistas en el balneario del padre de Javier y Wendy, un lugar siniestro y frío con una casa que, aunque cobija oscuros dramas, es cálido refugio. Morosidad, que también se regocija en el tratamiento del tema de la droga pero sirve para remarcar sutilmente elementos que aportan a la construcción de cada personaje. Reyero deja entrever su veta de documentalista en algunas tomas y detalles y en el guión que contribuyó a escribir. Además aportó levísimas cuotas de poesía en medio de una historia que sobrevuela por lo marginal con un verismo equilibrado y guiado por el buen gusto, lo que torna a "La cruz del sur" en un filme que, aunque con algunas falencias en el sonido, es altamente recomendable.


"Mi vida sin mí": Las cuestiones esenciales
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Sarah Polley, Amanda Plummer y Leonor Watling. Dirección: Isabel Coixet. Género: drama. Duración: 100 minutos. Salas: Monumental y Village.

"Nadie piensa en la muerte en el supermercado", reflexiona Ann (Sarah Polley). Tiempo atrás, la chica de 23 años, madre de dos hijas encantadoras, había recibido la noticia de que el tumor que devora sus entrañas le concedería tres meses de vida. Desde entonces espera ese momento, aplicada a un plan existencial de emergencia. Qué hacer cuando te quedan 90 días de vida, es lo primero que se plantea Ann, la protagonista de "Mi vida sin mí". La chica confecciona una lista en la que figuran hechos como visitar a su padre en la cárcel, ponerse uñas postizas, grabar mensajes de cumpleaños para sus dos hijas hasta que cumplan los 18 o conseguir que alguien se enamore de ella. En esa lista, figuran muchas inquietudes más, pero, obviamente, no la de contar a su familia que le quedan tres meses de vida. En un filme donde el desenlace está claro desde el inicio -la muerte de Ann- la historia muestra cómo la protagonista descubre el placer de vivir.


"Reconstrucción de un amor": Un experimento sin límites
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Nikolaj Lie Kass, Maria Bonnevie y Krister Henriksson. Dirección: Christoffer Boe. Género: drama. Duración: 92 minutos. Salas: Monumental y Village.

"Reconstrucción de un amor" viene con los mejores antecedentes. Pero la ópera prima del danés Christoffer Boe va a desilusionar a los que crean que tiene algo que ver con el Dogma o con la mejor tradición del cine del Viejo Continente. "Reconstrucción de un amor" es un experimento que por momentos logra subvertir las formas para plasmar una mirada diferente, pero que también puede volverse gélido, recargado de recursos y hasta gratuitamente confuso. Como una especie de Truffaut editado de la forma más caprichosa y aleatoria, donde el límite entre la realidad y un sueño se desdibuja todo el tiempo, el director cuenta, de la manera menos lineal posible, la historia de un fotógrafo y una misteriosa mujer que se cruzan en Copenhague. El gran hallazgo es cómo, desde una perspectiva que se sugiere delicada y hasta poética, la película muestra descarnadamente los riesgos, las obsesiones, los miedos y la alienación que produce el encuentro fortuito del amor, la pasión y el sexo. Sólo para espectadores arriesgados.


"Tiempo límite": El precio de la infidelidad
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Denzel Washington y Eva Mendes. Dirección: Carl Franklin. Género: thriller. Duración: 104 minutos. Salas: Monumental, Village y Siglo.

En "Tiempo límite", Denzel Washington encarna al jefe de policía de un pequeño pueblo de Florida. Es un buen policía y buen hombre, que es respetado por sus compañeros y sus vecinos. Su único problema es que, desde que su esposa lo abandonó, mantiene un riesgoso romance con una mujer casada que, para colmo, es víctima de violencia doméstica. Pero lo peor es que, como toda película conservadora que se precie de serlo, deberá pagar su infidelidad a un alto precio. Así es como de un día para otro su vida se convierte en un infierno que lo pone al borde de ir a la cárcel. Con estructura de thriller clásico, la historia recuerda a la de "Sin salida", la película en la que Kevin Costner también sufre por un amor prohibido. No hay nada de extraño. Esa es la ley de Hollywood. No hay transgresión sin castigo. Y es por eso que, aunque un beso apasionado corone el final, "Tiempo límite" resulta inverosímil. A años luz de la vida real.


"Más allá de las fronteras": La oscuridad del desastre
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Angelina Jolie y Clive Owen. Dirección: Martin Campbell. Género: aventura/romance. Duración: 127 minutos. Salas: Monumental y Village.

La película protagonizada por Angelina Jolie es una visión deformada de la pobreza del Tercer Mundo y también de la psicología de las personas. Resulta increíble la evolución del personaje a cargo de Jolie y también su aparición junto a niños desnutridos. Es como si la estrella, el director, o vaya a saber quién, hubiese querido demostrar su sensibilidad a costa de unir sin rigor mundos diferentes. El director de "Más allá de las fronteras" pierde el paso y si bien sus películas anteriores no eran un desastre ("La máscara del Zorro"), en ésta extravía el rumbo. Todo resulta falso en esta película, incluso, llegado a un punto, también se empieza a dudar de las buenas intenciones de pintar el horror que viven los países más pobres del mundo. En las más de dos horas que dura el filme, seguramente el espectador se preguntará si hacía falta todo ese tiempo para hacer una cinta más cerca de lo mediocre que de lo regular.