| domingo, 25 de abril de 2004 | Acerca de la seguridad Otra vez el carro delante del caballo. Otra vez equivocando el diagnóstico. Hoy asistimos a una reacción del Estado con todo un plan para controlar el delito, con nuevas leyes, más personal de seguridad, nuevo armamento, los más sofisticados aparatos de información y comunicaciones; más cárceles, penas a más jóvenes. En resumen: mayor represión para disuadir a quien pretenda delinquir. El objetivo es oponer una fuerza que neutralice la violencia que sobre las personas y las cosas ejercen los delincuentes. Se levanta un muro que tiene valor hasta que se encuentre la forma de esquivarlo, por arriba, por el costado o por donde sea, o de la manera que sea. Se paga la entrada y chau...Y entonces hay que volver a empezar. No hay arma, ni fuerza, ni muro que otorgue seguridad en forma permanente. Pero existe un error en este planteo. El aumento del delito no depende de la impunidad, sino de la inmoralidad. Es la moral la que, como un programa de computación, nos va diciendo a través de la conciencia, qué está bien y qué está mal. Es la moral la que nos impulsa a elegir el bien y rechazar el mal. Por un casual, usted ¿no roba, o no mata porque los están viendo? ¿O por temor a que lo castiguen? Si así fuera, también usted es un delincuente en potencia. Pero si la sociedad todavía en algo funciona es porque a la mayoría de la gente todavía le funciona el programa de la moral. Sólo una pequeña cantidad está infectada por el virus que destruyó el programa. El caso es que de esos, con el programa borrado, existen en todos los estratos. No se salvan ni los que deben legislar o juzgar, ejecutar o vigilar. Y el mayor problema es que la epidemia crece. La moral se va aprendiendo desde la cuna, o antes, desde la panza de mamá. El aprendizaje continúa durante toda la vida. La moral se educa y se reeduca. Es ésta la única que puede dar seguridad permanente. Pero, mientras tanto, ni en el plan de seguridad, ni en los medios, ni de los políticos, ni de los jueces, ni de nadie hemos escuchado una palabra respecto de la moral.
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