| domingo, 25 de abril de 2004 | Los pobres también existen Atento a la publicación de la señora Martina Fos donde hace una ¿defensa? sobre las cualidades intelectuales del ex secretario de Producción de Rosario, cosas que no negamos, debo decirle que las pymes son una gran usina generadora de trabajo y dignidad de la gran masa social y le recuerdo que todo trabajo bien realizado dignifica no sólo al trabajador sino a la familia. La historia argentina está llena de personajes a quienes la vida les brindó la oportunidad de estudiar y superarse intelectualmente y que luego por distintos motivos accedieron a la función pública donde demostraron lo lejos que están del sentir del pueblo y que en mucho de los casos no fueron elegidos por éste. Y que en uso de sus funciones desnudaron sus falencias o verdaderas intenciones que como siempre estuvieron alejados de toda la realidad que vive esta Argentina. El respecto por el prójimo sin importar su estrato social, cultural, económico o político, el honor de la palabra empeñada, de la verdad, de ser sensible no al color del dinero, sino ante el dolor del prójimo, la humildad de pensamiento y proceder con justicia en cada uno de los actos de la vida diaria no se aprenden realizando cursos de capacitación en el extranjero sino que surge de la escuela básica, única, universal de toda persona, que es la familia. La nuestra es una cooperativa de trabajo en vías de matricularse que diseñó y patentó dos modelos de utilidad de enorme beneficio para la salud de la sociedad argentina y es nuestra pretensión futura devolver siquiera algo de todo lo mucho que la misma nos brinda a diario. Es difícil entender desde un piso de avenida Pellegrini o desde la comunidad de un country que existen en nuestra patria pobres y desamparados y que mas allá del descreimiento político que existe en la sociedad, gracias a Dios hay muchas personas que realmente están, sienten, se solidarizan y proyectan el bienestar general de todos y no de algunos pocos. Dios ilumine y clarifique sus pensamientos y de todos los que piensan así y recuerde que al mismo Dios que usted ora a diario por el bienestar de los suyos, es el mismo (aunque usted no lo crea) que escucha el clamor de dolor, de justicia, ayuda y esperanza de una vida mejor de los pobres y desamparados.
DNI 14.937.159
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