Minimizan el entredicho Kirchner-Duhalde

Desde la Casa Rosada le bajan el tenor a la polémica entre ambos dirigentes por la devaluación de enero de 2002

El gobierno salió a minimizar ayer el entredicho entre el presidente Néstor Kirchner y su antecesor, Eduardo Duhalde, por la devaluación del 2002, al recordar que la posición del jefe del Estado "es vieja" pero no "confrontativa" con su aliado bonaerense.

"No sé si (lo dicho por Kirchner) será bien tomado (por Duhalde), pero la verdad es una historia tan vieja...", comentó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien luego recordó que esa diferencia fue la que llevó al patagónico a rechazar el ofrecimiento de transformarse en el ministro coordinador de Duhalde.

Kirchner volvió a abrir la polémica el jueves pasado, cuando en un acto en la Casa Rosada cuestionó la manera "poco prolija" en que se salió de la Convertibilidad.

Duhalde le respondió señalando que "la historia dirá cómo fue", y recordó que en aquel momento de profunda crisis, él estaba "muy solo".

Si bien Kirchner ya la había hecho pública su posición, ahora, ya instalado en la Casa Rosada, es inevitable su interpretación a la luz de sus cada vez más dificultosas relaciones con el duhaldismo.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, también le bajó el tono a la polémica: "Es lógico que dos hombres de la política y de la estatura que tienen, tengan dos visiones distintas; y no está mal que eso sea así".

Además, sostuvo que "la gente toma a veces esto como si tuviera características de drama, y no lo debe tener", enfatizó.

Desde la oposición, tanto el líder de Recrear, el economista Ricardo López Murphy (ver aparte), como la titular del ARI, Elisa Carrió, manifestaron sus puntos de vista sobre la cuestión.

Carrió advirtió que la pelea entre ambos pesos pesados del Partido Justicialista "es por un problema de sobrevivencia" en un "régimen político corrupto" y atribuyó la defensa que el bonaerense hiciera de Carlos Menem a que "se mira en el mismo espejo" y advierte que "su patrimonio podría ser investigado".

Sin embargo, Lilita también coincidió con Kirchner en que la devaluación "no fue ordenada". Es más, la calificó de "absolutamente irreflexiva", además de "pautada por determinados grupos devaluacionistas de la Argentina" y que "empobreció largamente" al país.