| sábado, 24 de abril de 2004 | Robo en una agencia: $ 6 mil y el 38 del custodio Dos hampones asaltaron un local de Los Dos Chinos en Pellegrini y Mitre. Al vigilador lo golpearon duro por el arma Dos delincuentes asaltaron a mano armada la sucursal de la agencia Los Dos Chinos de Pellegrini al 1100, cuando una empleada y un vigilador privado preparaban todo para abrir al público. Fue un atraco que duró pocos segundos y que le reportó a los maleantes un botín de unos 6 mil pesos, más el revólver calibre 38 que portaba el custodio. Las víctimas fueron encerradas en un baño y los ladrones desaparecieron sin llamar la atención de nadie, a pesar de que había un intenso movimiento en la cuadra.
Todo ocurrió un par de minutos antes de las 8. Patricia Mameluco, empleada de Los Dos Chinos, llegaba junto a Walter Torres, de la empresa de seguridad Futuro, al local que está ubicado sobre la avenida a pocos metros de Mitre y pegado a una sucursal del Banco de Entre Ríos (Bersa). En esta filial ya había gente haciendo cola.
Lo cierto es que nadie se dio cuenta, excepto la muchacha y el vigilador. Primero llegó un hombre que encaró como si fuera un cliente. "Espere unos minutos, que todavía no abrimos", le dijo Patricia. Pero no hubo tiempo de nada. "Sacó un arma, nos empujó para adentro y enseguida, atrás, apareció el otro", recordó Torres en diálogo con La Capital.
Según el testigo, el hombre que apareció primero parecía ser un adulto de unos 30 años mientras que el cómplice, un pibe "de unos 15 años". De esa forma comenzó el atraco. Los delincuentes siempre manifestaron saber que allí había dinero en efectivo y no dudaron en "apretar" al vigilador. "Por suerte a la chica no la tocaron, pero a mí el más chico comenzó a pegarme puntapiés y puñetazos para que le entregara el arma", narró Torres.
"Sos canchero" El vigilador comentó que "de alguna manera" sabían que tenía un arma. "Sos canchero, entregá el chumbo", le anunciaron. "Es evidente que ya sabían porque el revólver lo tengo guardado entre la ropa, no lo exhibo. Así y todo les dije que no tenía, pero igual me golpearon tanto que tuve que entregarlo. Además, ya amenazaban con matar a la empleada". Cuando tuvieron el revólver calibre 38 en su poder fueron por el dinero. En el local habían quedado más de 3 mil pesos que se habían recaudado el día anterior, pero recaudaron billetes de lotería y Quini 6 que en total llegarían a los 6 mil.
Luego, la chica y el vigilador fueron encerrados en un baño y los hampones abandonaron el lugar sin levantar sospechas. La gente que hacía cola en la calle para entrar al Bersa ni se enteró, tampoco un vendedor ambulante que estaba muy cerca de allí. A esa hora la avenida estaba a pleno y el supermercado de enfrente había abierto sus puertas. Nadie vio nada y los delincuentes escaparon. enviar nota por e-mail | | |