¿Se viene la revolución en la F1?

En un día donde dominó Schumacher, se conocieron posibles cambios al reglamento

El alemán Michael Schumacher no esperó ni un día para hacer notar ayer que piensa también en conquistar el Gran Premio de Fórmula 1 de San Marino, que abrió el día con la noticia de una "revolución" en los reglamentos, "la mayor que se haya conocido".

Schumacher, seis veces campeón mundial, marcó el mejor tiempo del día en los entrenamientos libres con 1m 20,084s para los 4,933 kilómetros del circuito de Imola. Segundo fue el británico Jenson Button, a 0,884 segundos, y tercero el BAR-Honda del japonés Takuma Sato.

"Creo que podemos luchar por la victoria el domingo", dijo un optimista Schumacher, que advirtió sin embargo que la carrera no está ganada: "Nuestros rivales fueron más rápidos por la tarde, va a ser una prueba interesante".

El brasileño Rubens Barrichello, cuando faltan pocos días para que se cumpla el décimo aniversario de la muerte en Imola de su compatriota Ayrton Senna, quedó cuarto. El colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) fue octavo, con 1m 21,661s.

El español Fernando Alonso, noveno ayer tras 38 giros, estaba tranquilo. "Fue un viernes habitual, nos concentramos en elegir los neumáticos y comparamos las dos clases. Aún tenemos margen para mejorar en la puesta a punto, porque nos falta agarre y estabilidad, pero creo que estamos en buena forma para el resto del fin de semana", dijo el piloto de Renault, tras su registro de 1m 21,788s.

Pero fue la promesa de una revolución reglamentaria lo que marcó el día en Imola.

Max Mosley, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), propone para el futuro aceptar sólo motores de ocho cilindros y una cilindrada de 2,4 litros, así como prohibir el cambio de neumáticos durante las carreras, a no ser que haya una pinchadura.

"Si no hacemos algo pronto, tendremos un problema realmente serio", advirtió Mosley, que mencionó el aumento explosivo de los costos debido al constante desarrollo tecnológico.

En una carta a los jefes de equipo, Mosley explicó que las modificaciones apuntan a incrementar el atractivo de la Fórmula 1, poner en primer plano el talento de los pilotos prohibiendo las ayudas de la electrónica y reducir costos. El proyecto incluye también la incorporación de nuevos equipos para que la Fórmula 1 cuente con 24 autos (12 equipos en vez de diez) compitiendo cada fin de semana.


Diferentes reacciones
Las reacciones fueron mixtas. "Hay algunas cosas que deberían cambiarse pronto", opinó el jefe deportivo de Mercedes, Norbert Haug, que no ve con buenos ojos dejar los motores de tres litros y diez cilindros para pasar a los light propuestos por Mosley, ya que eso implica un desarrollo nuevo y más costos.

"Pero no vamos a bloquear el asunto", aseguró Haug de cara a la reunión de jefes de equipo prevista para el 4 y 5 de mayo en Mónaco.

Mario Theissen, jefe deportivo de BMW-Williams, cree que la propuesta es "muy interesante en su generalidad", pero pidió tranquilidad para estudiarla "en detalle". Theissen cree que con los motores V-8 bajará el rendimiento, pero no los costos: "Propongo dejar el formato de los motores tal como está ahora y extender el tiempo de uso".

Entre las propuestas de Mosley figura que cada motor V-8 debe usarse durante dos Grandes Premios. También que en el futuro los cambios y el embrague vuelvan a ser manuales. La dirección asistida y el diferencial controlado electrónicamente serán prohibidos y el peso mínimo autorizado bajará de 600 a 550 kilos. Sólo habrá un proveedor de neumáticos para todos los equipos y se prohibirán los autos de reemplazo.

El rojo Ferrari, como siempre, se vio adelante.