| miércoles, 21 de abril de 2004 | Ex secretaria de María Julia dijo que siempre la conoció muy rica Una elegante anciana que trabajó 20 años como secretaria privada de María Julia Alsogaray se convirtió ayer en la nota descollante de la quinta jornada del juicio por presunto enriquecimiento ilícito a la ex funcionaria menemista, cuando trató de defender la honestidad de su ex jefa y hablar del vínculo con el empresario Arnaldo Martinenghi, el fallecido dueño de Astilleros Alianza que estaba procesado en la causa como presunto cómplice.
Haydeé Anton de Bianchi, se sentó frente al tribunal oral que sustancia el juicio, pero en todo momento miró a María Julia para contestar a las preguntas de concepto que le formuló la defensora oficial, Pamela Bisserier.
Aunque la mujer, de más de 80 años, tenía algunos problemas auditivos que obligaron a repetirle varias veces las preguntas, se esmeró en remarcar la "amistad profunda" que cultivó con María Julia mientras fue su secretaria. "Ella tiene toda mi admiración", subrayó.
Y cuando fue consultada sobre su pasar económico, resaltó mirando a la acusada: "Siempre la conocí muy rica" pero "fue muy moderada" en su nivel de vida.
"Soy una persona honesta y no podría tener relación con alguien deshonesto", remarcó la testigo, quien aclaró que conoció a Martinenghi, un hombre "muy afectuoso", con quien -señaló- "compartimos algo entre los dos".
Según señaló, Martinenghi "era muy admirador del ingeniero (Alvaro Alsogaray) y de su hija" y solía visitar a la ex funcionaria en su casa y en sus oficinas. Aunque aclaró que esos encuentros eran "confidenciales", aseguró que alguna vez debió pasar algunos informes que eran sobre cuestiones económicas.
En tanto, el otro testigo, el ex viceministro de Defensa Jorge Pereyra Olazábal intentó ayudar a su vieja amiga al subrayar su tradicional buen pasar económico, pero no pudo confirmar si Alsogaray recibió dinero en concepto de fondos reservados durante cinco años, tal como había sostenido la acusada. "Solo sé los rumores por radiopasillo. Yo nunca cobré nada ni pregunté", dijo el ex funcionario, al remarca su honestidad.
Mientras tanto, dos síndicos judiciales en el juicio por la quiebra de Astilleros Alianza confirmaron que no existía documentación legal que pudiera probar que la acusada había cobrado de esa empresa 500 mil dólares en concepto de honorarios, otro de los argumentos usados por María Julia para justificar su incremento patrimonial. enviar nota por e-mail | | |