| domingo, 18 de abril de 2004 | Bologna: "Fortalecer el sistema debe ser el objetivo"· La problemática social, la corrupción y la deuda externa son los principales problemas que encuentran las democracias de América latina para consolidarse como regímenes políticos legítimos. A esta conclusión arribó el politólogo Bruno Bologna, hasta mayo de 2003 decano de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y hoy director de la Maestría en Integración y Cooperación Internacional de la UNR.
"A partir de los 80, América latina comenzó una recomposición democrática que se dio con distintos tiempos en los paises del área, aunque con una instancia de emulación muy particular. Es decir, cuando algo le pasaba a un país tarde o temprano le pasaba a otro", explicó Bologna al referirse a la proliferación de las dictaduras en los 80 y a los gobiernos democráticos en los 90.
Sobre si los únicos responsables del resurgir democrático son los pueblos, el especialista recordó que hubo instancias multilaterales de destacada actuación: "Hubo organismos que tuvieron una gran importancia en la consolidación del proceso democrático, como el Grupo de Río, un colectivo de concertación política entre países latinoamericanos, y la Organización de los Estados Americanos, que en su Declaración de Santiago instauraba un mecanismo automático de deliberación si se producía un golpe de Estado. Así también se consiguió garantizar la continuidad del régimen en el área".
Consultado en relación a las desigualdades sociales que la democracia no consiguió contrarrestar, Bologna separó política y economía: "América latina no ha tomado suficiente conciencia de un modelo económico que se ajustara más a sus necesidades. La aceptación sin condiciones en 1989 del llamado Consenso de Washington, donde se delineaban las políticas de ajuste neoliberal para la región, nos legó un mercado todopoderoso y un Estado mínimo". Este "error", según calificó el experto, perjudicó las economías latinoamericanas y es por eso que hoy "observamos movimientos sociales que pretenden un cambio de rumbo".
Bologna consignó además que "si la democracia no va acompañada por elecciones libres y limpias, y no se saca de encima la corrupción, las protestas populares continuarán". A esa "enfermedad" le sumó el problema de la deuda externa que "genera un clima de gran incertidumbre". Finalmente y sobre el remedio para la situación, Bologna aseguró: "Hay que hacer una pedagogía de la democracia, tener más escuelas que enseñen cómo debemos desempeñarnos en un régimen democrático, ya que las dictaduras han dejado secuelas muy graves para el tejido social. Fortalecer el sistema debe ser el objetivo". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Bruno Bologna, politólogo de la UNR. | | |