| domingo, 18 de abril de 2004 | Alerta. La entidad estima que en el Gran Rosario hay 30 mil drogadictos y 150 mil alcoholicos crónicos Una ONG que combate adicciones ya recuperó al 60% de sus pacientes Vínculos lleva nueve años en Villa Gobernador Gálvez. Ayuda a grupos familiares y realiza cursos y charlas Carlos Pulvirenti / La Capital Villa Gobernador Gálvez. - Desde hace nueve años en esta ciudad funciona la organización no gubernamental (ONG) Vínculos-Centro Comunitario de Salud Mental, que procura la prevención, recuperación y contención de personas adictas. La organización sin fines de lucro -a través de cursos para operadores comunitarios en salud mental y adicciones, charlas para alumnos y padres en escuelas, y centros de atención a los adictos y sus familiares- pretende disminuir el creciente número de casos que se presenta en la zona. La entidad estima que hay más de 150 mil alcohólicos crónicos y unos 30 mil drogadictos en el área del Gran Rosario.
La codirectora de Vínculos, Estela Paiz, señaló que la ONG "se creó hace 15 años en Rosario al notarse un incremento de adicciones coincidente con la demanda de atención de muchos pacientes y extendió luego sus servicios a Villa Gobernador Gálvez donde del total de adictos atendidos se ha recuperado al 60 por ciento".
Vínculos es el primer instituto de formación de recursos humanos para prevenir y tratar adicciones y violencia en la provincia. Mediante cursos semanales con una duración de dos años se forman a hombres y mujeres para luchar contra ambos flagelos. Los operadores comunitarios pueden actuar en emergencias, organizar acciones de prevención, detectar demandas comunitarias y trabajar junto a las familias en crisis. También se hacen cursos de asistente sociofamiliar, preventores juveniles y de mediadores comunitarios y vecinales.
"Es sabido que algunos barrios vecinos a esta población son campos abiertos después de las 19, cuando hay tráfico de drogas, prostitución y se paga peaje para ingresar a la zona. En Las Flores, por ejemplo, sus habitantes comentan que hay dos bandas que disputan la calle Los Monos y Los Garompas. En Villa Gobernador Gálvez -tercera ciudad de la provincia por su número de habitantes- aún se confía en el vecino, pero la situación es cada vez más densa. Esta ciudad posee uno de los más altos índices de crecimiento demográfico del país. Aquí llegan a radicarse gente del norte del Litoral, Chaco, Corriente y Entre Ríos, muchos viven en villas, el 10% de la población villagalvense está en asentamientos irregulares", analiza Paiz, quien es sicóloga social, contadora y egresada de ciencias biológicas.
Contención familiar A través de sicólogos y un asistente social la ONG atiende en su sede de Mitre 1736 de Villa Gobernador Gálvez dos veces a la semana a pacientes con adicciones y a su grupo familiar a fin de darles contención. Asimismo, en Rosario posee un centro de día en San Luis 2287.
"En el Gran Rosario hay unos 150 mil alcóholicos crónicos y unos 30 mil drogadictos, de los cuales muchos mezclan alcohol y pastillas, fuman porros de marihuana o emplean pegamento, que aunque no posean más tolueno sí contienen aromáticos. También usan cocaína. Los vecinos afirman que en las puertas de las confiterías bailables se suele ver a jóvenes mezclando vino o cerveza con diversas sustancias. Además es comentado que dentro de los locales toman agua mineral con éxtasis", detalla Paiz.
"Las drogas puras dañan la psiquis o las neuronas. Hay que diferenciar esos efectos psicoactivos de los orgánicos, como ser problemas en el hígado, los riñones o los pulmones, que provocan las drogas menos puras. No obstante las sustancias psicoactivas circulan por todo el organismo y se depositan en el corazón o el hígado. Para abaratar los costos muchos usan drogas de menor pureza, mezclan sustancias con cualquier cosa, hasta con raticida, vidrio molido de fluorescentes, talco y azúcar", alerta.
"Existen incluso los denominados locos en la jerga de los adictos que preparan drogas de medidas, además en Internet hay páginas que enseñan a preparar en proporciones sustancias con elementos artificiales y hasta se mejoran genéticamente las plantas de canavis para que produzcan sustancias más aditivas", especifica Paiz.
"Cuando llega un paciente, primero le hacemos un chequeo médico para ver si no están afectado orgánicamente. En caso de ser necesario se deriva a un especialista. Antes el promedio de adictos era de 15 a 20 años, ahora se da además en personas de 25 a 35 años. Cuando salta un fusible puede ser que funcione mal la heladera, o sea que cuando hay un caso de adicción no se debe analizarlo aislado, hay que ver el cuadro vincular que lo rodea, familia, amigos", ejemplificó. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los jóvenes mediante dibujos plasman sus ideas sobre la problemática de las adicciones. | | |