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 domingo, 18 de abril de 2004

Pelea de fondo. El jefe de la Casa Gris puso en duda la austeridad de la gestión socialista
Obeid recomendó que Lifschitz audite las cuentas de Binner
El gobernador salió al cruce de los insistentes reclamos de dinero que le formula el intendente rosarino

Walter Palena / La Capital

El gobernador Jorge Obeid redobló ayer su ataque hacia la figura de Hermes Binner: le recomendó al intendente Miguel Lifschitz realizar una auditoría para saber en qué estado financiero encontró a la Municipalidad de Rosario cuando asumió el cargo. El consejo, con evidente olor a chicana, sobrevino luego de que el mandatario santafesino se cansara de contestar preguntas sobre los impuestos coparticipables y el reclamo permanente de la autonomía con la que hace bandera el socialismo.

La ruptura de cierto idilio entre Binner y Obeid se produjo en la antesala de las elecciones del año pasado, en la que el peronista venció al candidato del Partido Socialista (PS) por imperio de la ley de lemas. La fricción se profundizó luego del acto comicial y ahora, cada vez que se lo consulta sobre el ex intendente, el gobernador lo ningunea. Incluso, hasta llegó a decir que Binner "no existe", que "forma parte del pasado".

Ayer, antes de encabezar el acto de asunción de las autoridades de la departamental Rosario del PJ, Obeid ofreció una conferencia de prensa en el cuarto piso del sindicato de Luz y Fuerza. Fue allí donde el mandatario sorprendió con el consejo a Lifschitz para que revisara las cuentas que le dejó Binner.

Ante las insistentes preguntas sobre los montos de impuestos que no tributa la provincia a los municipios, en especial al de Rosario, Obeid tomó aire y disparó: "No es posible que el intendente Lifschitz, cada vez que le damos más, pida más y más. Lo que puede estar pasando, y esto no es responsabilidad de él porque hace cuatro meses que está en el gobierno, es que el municipio que le entregaron no estaba tan ordenado".

Iniciada la estocada, lo que prosiguió se asemejó a una catarsis. Dijo que le transfirió a la Municipalidad de Rosario el cobro de la patente y aseguró haber firmado recientemente un decreto sobre un reajuste de los ingresos brutos, algo beneficioso para las arcas de la Intendencia.

"Pero nada alcanza. Da la impresión que el problema no es el dinero que tiene que darle la provincia, sino que el inconveniente puede estar en que no recibió un municipio ordenado financieramente", dijo, y remató sin inocencia: "A Lifschitz le correspondería hacer una auditoría para ver cómo le entregaron la Municipalidad".

Obeid pegó y lo hizo en el flanco más sensible del socialismo, que siempre se ufanó de la eficiencia en el manejo de los fondos públicos y en la gestión equilibrada; una bandera que le sirvió para ganar sucesivamente las elecciones en Rosario.


Sin paranoia
El gobernador también abordó en la rueda de prensa la nueva obsesión del kirchnerismo: el supuesto complot para debilitar la imagen presidencial. Dijo que mientras este tópico se ubique solamente en la disputa dialéctica, a él lo tiene sin cuidado. "A mí lo que me preocupa es que esto pudiera significar algún grado de intolerancia de los que piensan distinto de uno", señaló, y puso como ejemplo la impugnación que realizó el ministro del Interior, Aníbal Fernández, hacia un matutino porteño por haber publicado una entrevista a Carlos Menem.

"Todos saben que tengo enormes diferencias con Menem, pero que alguien pueda pretender que no se realice un reportaje; o pero aún, querer que se sancione a un diario por publicarlo, esconde un pensamiento autoritario preocupante. Debemos acostumbrarnos a que vivir en democracia significa ser plural y entender que hay que respetar las ideas de todo el mundo", apostrofó, aunque se cuidó de mencionar a Fernández por el episodio.

También tomó distancia cuando se le requirió una opinión sobre las discusiones de los años 70 y el rol de la organización Montoneros: "Es un debate sin sentido porque no resuelve los problemas de la gente, que es la obligación que uno tiene cuando gobierna. Soy un hombre que le gusta vivir y hacer política mirando el futuro; a otros les gusta resucitar el pasado, abrir heridas que estaban cicatrizando".

Si bien en el acto no mencionó nunca a Kirchner, Obeid realizó ante la prensa una valoración positiva de la gestión del presidente. A casi un año de gestión, el gobernador opinó que el santacruceño ha colmado las expectativa de la gente y que el hecho de que tenga un 73 por ciento de imagen positiva significa que la mayoría de la sociedad coincide con lo que está realizando el gobierno nacional.

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La plana mayor de la cúpula del PJ provincial.

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