| domingo, 18 de abril de 2004 | Imagen corporal: ¿Curvas de muñeca? Desde hace varios años, los encargados de velar por el bienestar de los niños se interesan especialmente por el diseño de los juguetes infantiles. Están en vigor polémicas acerca de la carga bélica de algunos juegos o sobre los desequilibrios emocionales que puede acarrear la muerte de una mascota virtual. Uno de los aspectos en los que más se insiste es en el efecto negativo que pueden tener determinados muñecos debido a las medidas exageradas de sus cuerpos (por exceso o por defecto). El gran aumento de casos de desórdenes alimenticios, como la anorexia o la bulimia, han hecho soltar la voz de alarma.
Quizá la controversia más popular la desató Barbie. El caso más dramático del que se tienen datos es el de Cindy Jackson. Con 19 intervenciones quirúrgicas casi ha logrado su objetivo: ser un clon viviente de la rubia de plástico.
Muchos han clamado contra el diseño de muñecas de medidas extraordinarias y opinan que este factor, junto a la delgadez extrema que ha invadido las pasarelas en los últimos años, puede alterar la percepción de las más jóvenes de lo que debe ser un cuerpo normal. Sin embargo, las mujeres no son las únicas esclavas de los cuerpos de muñecas. Miles de investigadores advierten que la excesiva musculatura de los muñecos destinados sobre todo a los niños puede tener un efecto similar e, incluso, inducir al consumo de sustancias para aumentar la masa muscular en forma rápida.
Según los especialistas, estos juguetes pueden imponer un patrón imposible de conseguir, si no es tomando hormonas de crecimiento, esteroides, anabolizantes y otras formas sintéticas de la testosterona. Por el momento, las protestas no parecen del todo inútiles. Los fabricantes de Barbie han anunciado cambios en su fisonomía: el próximo modelo tendrá la cintura más ancha y el pecho más pequeño para hacerla más parecida a cualquier mujer de carne y hueso. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |