| domingo, 18 de abril de 2004 | Mercados: Afuera y adentro, el escenario quedó sin luz Salvador Di Stéfano Los mercados internacionales dieron muestra de un cambio sustancial en la expectativa de cara al segundo trimestre del año. La tasa de retorno de los bonos de Tesorería a 10 años paso del 3,8% al 4,4% anual, esto dio por tierra con la revaluación del euro, la suba de los productos primarios y la mejora en los mercados emergentes de América Latina. En el país un mix de noticias políticas negativas y la crisis energética le quitaron estímulo a los inversores para invertir en activos financieros.
El déficit de la economía americana podría rondar los 520.000 millones de dólares en el año 2004 y se necesitará mucho dinero para calmar la voracidad del Estado americano. Hasta ahora las tasas de interés no subían pero parece que esta semana se despertó el Leviatán de los mercados (la tasa de interés).
La mayoría de los analistas presagiaban que la tasa de corto plazo no se modificaría, producto de la cercanía en las elecciones presidenciales americanas. Hay que recordar que en Estados Unidos la tasa de corto plazo la fija arbitrariamente la Reserva Federal y se ubica en el 1% anual, siendo este el valor más bajo de los últimos 40 años. Así, que la tasa de la Reserva Federal no se modifique no implica que no suban las tasas de retorno de los bonos de Tesorería que le ponen la temperatura al mercado de capitales.
Una suba mayor en la tasa podría generar varios desbarajustes, a saber:
* La suba de la tasa de interés puede generar un cambio muy fuerte en los precios relativos de la economía. Cabe recordar que en Estados Unidos la tasa estaba en niveles muy deprimidos y esto hacia que muchos inversores especularan en mercancías. Si la tasa vuelve a subir se dejará de especular en mercancía y se volverá al origen que es la tasa de interés. Esto podría impactar negativamente en el precio de los productos agrícolas y perjudicar la performance económica de América latina que es exportadora de productos primarios, en especial de Argentina.
* Si en Estados Unidos sube la tasa y se ubica por encima de la tasa europea los agentes económicos querrán posicionarse en la moneda americana y saldrán de euros para pasarse a dólares y buscar rendimientos financieros mucho más atractivos. El euro pasó de 1,28 a 1,20 y la tendencia podría ser una mayor devaluación y revaluación del dólar, que también perjudica el precio de los productos primarios en el mundo.
* Un tercer punto muy importante es que si los países desarrollados adoptan políticas laxas en materia fiscal incurrirán en fuertes déficit fiscales. Por ende, absorberán fondos de los mercados que se quedarán en el hemisferio norte, desfinanciando los proyectos de inversión en el hemisferio sur. Así se incrementará la brecha entre los países ricos y pobres, algo que no ocurría en la década de los 90, cuando los países desarrollados mostraban superávit fiscales en sus cuentas públicas.
* Un cuarto punto es la región latinoamericana. La suba de la tasa de interés en el mundo tiene en vilo a México y Brasil, ambos fuertemente endeudados y mostrando dudosa capacidad de pago. México esta llevando adelante un plan para reestructurar su deuda alargando plazos y bajando tasas, mientras que Brasil recibió una dura recomendación de venta en sus títulos públicos por parte del banco de inversión JP Morgan. En la medida que México y Brasil se vean perjudicados por el contexto internacional la Argentina indirectamente también verá resentido su posible crecimiento.
Todo esto lleva a concluir que el contexto internacional no nos sonríe, podríamos decir que lo mejor del mundo ya lo vimos y lo que podemos esperar es como máximo que se mantengan las condiciones actuales algo que difícilmente ocurra en un escenario internacional de gran volatilidad.
En el país hay un clima político enrarecido en donde predomina todo, desde la salud del presidente, conspiraciones políticas y peleas entre ministros, hasta la posible falta de energía en el invierno conjugan un escenario poco feliz para la inversión en el mercado de capitales.
El viernes operó el vencimiento del mercado de futuros y opciones el índice Merval cerró en los 1.162,8 puntos, con un volumen en expansión, lo cual no es bueno para la semana que se inicia. Las plazas quedaron depuradas pero por ejemplo Petrobras, que llegó a cotizar en 4,10, cerró en 3,77 dejando desairados a los que tenían posiciones lanzadas en 4,00 y 3,80. Ello genera decepción en muchos inversores que no están dispuestos a renovar la apuesta con más dinero y esperarán una tendencia más definida para poner la mano en el bolsillo.
Lo mejor que podría pasar es un mercado que se achique en volumen y repita precio para ganar en confianza a la espera de que el contexto internacional y local muestre un cambio sustancial en la expectativa futura.
En cuanto al dólar cerró la semana en 2,83, con un BCRA que intervino comprando 330 millones de dólares en la primer quincena versus los 160 millones de dólares que llevaba adquiridos en igual período un mes atrás. La oferta no cede, las mayores compras del ente rector contra emisión espuria de dinero hace presagiar que el mercado terminará inundado de pesos y que el deslizamiento de los precios será inevitable a corto y mediano plazo.
Conclusión: una semana muy difícil, con fuerte caída en los activos financieros, tasas en niveles muy bajos, dólar que termina estable y un clima político poco propicio para invitar a la inversión. Con la crisis energética a un paso, es de esperar que la semana próxima lleguen algunas definiciones políticas que puedan cambiar el clima. Alternativas de inversión hay pocas, plata sobra, falta la confianza que la tiene que dar nuestra clase dirigente, ¿estará a la altura de las circunstancias? enviar nota por e-mail | | |