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 sábado, 17 de abril de 2004

Atropelló a un ciclista, lo arrastró un kilómetro y lo dejó tirado en la calle
Un metalúrgico que iba a su trabajo fue embestido en una zona de escasa iluminación. Demoraron al conductor

Alberto Yrosalinsky llegaba siempre puntual al trabajo y le faltaba poco para jubilarse como empleado metalúrgico. Ayer a la madrugada un automovilista lo atropelló y lo mató cuando iba en su bicicleta a una cuadra de la fábrica donde trabajó durante 37 años. Fue un accidente terrible: un pie de la víctima, que se enganchó con un pedal del rodado, fue seccionado y su cuerpo prácticamente se incrustó dentro del habitáculo. Pero lo más grave fue que el conductor no se detuvo y, asustado, no dudó en "llevarse puesto" el cadáver, con el que circuló más de un kilómetro para dejarlo tirado sobre el pavimento frente a un descampado de Cereseto y Padre Giaccone, en cercanías de Circunvalación y Ovidio Lagos.

Poco después del mediodía, efectivos de la seccional 33ª descubrieron el automóvil guardado en el garage de una vivienda particular de Ombú al 2700 y detuvieron al conductor, Sebastián Frazatti, un comerciante de 25 años. El vehículo tenía el parabrisas completamente destrozado y había grandes manchas de sangre en su interior. Los peritos también hallaron restos orgánicos y una dentadura postiza esparcidos en el interior.

El accidente se produjo cerca de las 5.15, ya que ese era el horario en el que Yrosalinsky se presentaba todas las mañanas en la fábrica de heladeras y secarropas Briket, de Ovidio Lagos al 7200. En ese momento no llovía, pero los propios empleados de la empresa coincidieron en que esa zona de la avenida "es muy peligrosa y tiene poca iluminación".

Según fuentes policiales, la víctima estaba a una cuadra del trabajo y fue embestida al parecer cuando intentaba cruzar de carril para enfilar hacia la fábrica. Según testigos del episodio se trataba de un Renault 18 color blanco, que circulaba por el carril en sentido sur-norte. Lo que ocurrió después del golpe es digno de una película de terror.

De acuerdo a lo que pudo reconstruir la policía, el pie izquierdo del trabajador se habría enganchado con el pedal de la bicicleta y el tirón del impacto lo amputó a la altura del tobillo. El cuerpo del empleado golpeó de lleno contra el parabrisas del auto y literalmente se incrustó en la cabina. En vez de detener la marcha, el conductor siguió a toda velocidad hacia la zona norte. Los investigadores no sabían a ciencia cierta si Yrosalinsky murió en el acto por el golpe o alcanzó a sobrevivir unos minutos.

Lo más estremecedor fue que el automovilista "se llevó" el cuerpo durante más de un kilómetro. "Según un recorrido estimativo que trazamos, tuvo que pasar al menos frente a los dos semáforos que están antes y después de Circunvalación en intermitente. Después creemos que dobló hacia el oeste frente a un tercer semáforo, en una esquina donde hay una gomería", señaló una fuente de la seccional 33ª, encargada de investigar el caso. El Renault 18 habría tomado por Padre Giaccone y al llegar a la esquina con Cereseto frenó abruptamente. Esto hizo que el cuerpo de Yrosalinsky se desprendiera y cayera al pavimento. El conductor puso primera y escapó.


Búsqueda
"Cuando me avisaron del accidente y que había una bicicleta tirada, me fijé en la lista de asistencia y vi que Alberto no estaba. Me pareció raro porque nunca llegó tarde. Entonces salimos con el auto de un compañero y en la otra cuadra encontramos su bicicleta. Estaba partida a la mitad y al lado había un pie", narró Roque Di Santo, jefe de planta de Briket, impresionado por el destino de su compañero.

Al principio, los policías de la seccional 33ª creyeron que el cuerpo no estaría muy lejos. Pensaron que por el golpe se había caído dentro de una cuneta. Por eso estuvieron varios minutos buscando por las banquinas de Ovidio Lagos hacia el sur. Casi dos horas después del accidente, agentes del Comando Radioeléctrico encontraron el cadáver. Identificarlo no fue difícil, ya que el hombre tenía encima sus documentos .

Así se estableció que el cuerpo fue trasladado unas 15 cuadras desde el lugar del accidente. Además, la policía halló entre sus ropas el espejo retrovisor interior de un auto, lo que demostraría la contundencia del golpe que sufrió.

La sospecha de que el automovilista no pudo ir tan lejos con un vehículo con semejantes daños, hizo que la policía pusiera su lupa en las inmediaciones de Cereseto y Giaccone. Así, y luego de un "rastrillaje" en la zona alguien se comunicó con la seccional 33ª y dijo que el auto buscado estaba en Ombú al 2700. Después del secuestro del auto, Sebastián Frazatti reconoció su responsabilidad. "Dijo que fue un accidente y que huyó del lugar porque se asustó y no supo qué hacer", agregó el vocero.

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El Renault 18 blanco fue hallado en un garage.

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