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 sábado, 17 de abril de 2004

Charlas en el Café del Bajo

-A presidente de la Nación con el voto del ciudadano se llega o porque se es un gran hombre o porque se es un gran mentiroso. A presidente de la Nación sin el consenso de la ciudadanía ni el consenso de la corporación política llegan los dictadores por las armas. A presidente de la Nación, sin el voto del ciudadano, pero con el consentimiento de la corporación política se llega porque se tiene talento y sobre todo sagacidad.

-Ejemplo claro, notorio y emblemático de este último caso es Eduardo Duhalde. ¿No es así, Candi?

-En efecto, un Duhalde que hace unos días asomó apenas una partecita de su cabeza política y advirtió, sutil pero contundentemente, a quien lo quiera escuchar que tiene el suficiente poder político y sobrada astucia como para acabar con cualquier dislocado intento de arruinar, por excesivo fervor o por dislates ejecutivos, un proyecto que él, personalmente, viene amasando.

-Ya en el fracasado congreso peronista Duhalde le puso punto y seguido al presidente Kirchner, a través de su esposa Chiche, en la recordada discusión de "alta peluquería" (como dijo el verborrágico ministro Aníbal Fernández, que por estas horas debe ser mirado de reojo en las filas duhaldistas). Aquella vez la diputada le estampó a Cristina Kirchner, como violenta cachetada en el sensual rostro senatorial, que se sentía orgullosa de portar el apellido Duhalde. Entre anteayer y ayer Duhalde (acaso cansado de ser el Mahatma Gandhi, como le llamó su esposa) clavó el bisturí más a fondo. Voy a leer sus declaraciones para luego interpretarlas: al hablar de la causa Menem, el caudillo bonaerense dijo que el ex mandatario "no está eludiendo la Justicia", sino que lo que "está haciendo es buscar garantías como cualquier ciudadano" al negarse a viajar a la Argentina para declarar en las causas que se le siguen por la presunta omisión maliciosa de una cuenta en Suiza y por irregularidades en la construcción de dos cárceles bajo su mandato. Pero el bonaerense fue aún más categórico: "Menem teme que todo esto que está sucediendo tenga que ver con una especie de persecución política", y añadió que por ello Carlos Menem, "no está eludiendo la Justicia", sino "haciendo afirmaciones en el sentido de que quiere tomar garantías".

-¿Cuál es su lectura de esto?

-Esta inesperada misericordia política para con el ex presidente y adversario es, para mí, un claro mensaje para Kirchner, sobre todo, y para el propio Menem: al primero le está diciendo que no tolerará disparates políticos y si es necesario restaurará cualquier tipo de conversaciones con quien no ha perdido poder en el país (se equivocan los que creen que el riojano es un cadáver y que carece de estructuras políticas y económicas) y al segundo le manda un guiño "por si las moscas", como decía Perón.

-Todo es posible en la dimensión argentina.

-Duhalde, ayer mismo, le pega un "cross de derecha" a Kirchner cuando dice que las declaraciones de Bonasso, el diputado kirchnerista, sobre la conspiración contra la gestión del presidente "no le hacen bien al gobierno" y que puede "afectar la libertad de prensa". Y como si todo esto fuera poco, a la movilización multitudinaria del Congreso liderada por Juan Carlos Blumberg, que dejó nocaut al gobierno de la provincia de Buenos Aires y al propio gobierno nacional, ayer se sumó otra de los vecinos de Moreno. Cuatro mil personas se dieron cita para volver a escuchar a este papá dolorido e indignado como tantos ciudadanos argentinos. ¿Qué tiene que ver esto? Pues más allá de toda la razón que le asiste a Blumberg, sospecho que "alguien" le está tendiendo una mano para lograr su sueño de poner las cosas en su lugar en cuanto a seguridad se refiere. Claro que a ese "alguien" poco le debe interesar la seguridad y bastante la cuestión pol¡tica.

-En medio de todos estos jaques, lamentable y casualmente, el presidente se enferma y debe quedarse en el extremo austral del mundo varios días, su ministro del Interior arremete contra la prensa y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien había mostrado prudencia hasta el momento, salió a descalificar al periodista Marcelo Bonelli y tiró tierra sobre la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), entidad preocupada por la actitud que el gobierno nacional tiene para con la prensa. ¿Era de Vox Dei aquella canción del rock nacional que comenzaba diciendo: "Algo se está gestando...?"

Candi II

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