| sábado, 17 de abril de 2004 | Sorpresa El gobierno está "sorprendido" por los presuntos vínculos de jefes policiales con secuestros extorsivos y la violencia delictiva desatada en el país, dijo ayer Aníbal Fernández, ministro del Interior. El funcionario reafirmó el compromiso para llevar adelante la depuración de los efectivos. Recordó que la corrupción policial, acusada de ser uno de los pilares de respaldo de la delincuencia, no es una problemática nueva, "no es de dos años o dos gobiernos, sino de 50 años. Tal vez, por desidia del poder político o por falta de canales adecuados que permitan ascender a la gente honesta y desplazar a aquellos que se valieron del uniforme y el arma que le provee el Estado para beneficio propio". Por otra parte, el presidente Néstor Kirchner pidió anteayer los legajos de unos 50 jefes de la cúpula de la Policía Federal para "revisarlos uno por uno, personalmente", señalaron fuentes gubernamentales. Fernández insistió en que "lo que hay que hacer es darse la garantía de que todos los que queden al frente de la conducción" policial estén en condiciones de hacerlo y que "tengan los requisitos necesarios para seguir cumpliendo con el escalafón". enviar nota por e-mail | | |