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La lluvia llegó tarde y sólo para complicar la cosecha

La idea de que se asiste al inicio de un ciclo de años secos se instaló como debate, pero hay muchas dudas

A esta altura de la campaña quedan dos posibles situaciones inconvenientes a evaluar: la primera es si las lluvias de este último periodo continuarán, interfiriendo con las tareas de recolección de soja, y la segunda es la posibilidad de que las variedades más tardías podrían ser afectadas por bajas temperaturas. Ya que los resultados parciales en lo que va de la cosecha de soja no están arrojando resultados muy alentadores, cualquier merma extra se vuelve significativa.

Primero es necesario aclarar, en función de reiteradas consultas, que cuando nos referimos a periodos secos o lluviosos lo hacemos pensando en lapsos del orden de 5 a 10 días, no a períodos más largos (décadas).

Se ha instalado la idea de que "un período húmedo que abarcó de la década del 60 hasta el año 2000 se está revirtiendo hacia un período seco". Esta conjetura es muy difícil de comprobar científicamente, además de las recientes pruebas de comportamientos contrarios, como las inundaciones de Santa Fe el año pasado y los excesos que se evidenciaron en el noroeste bonaerense. Estos episodios ni siquiera podrían adjudicarse a la presencia de "El Niño", ya que el 2003 fue un año neutro.

Volviendo al tema que nos ocupa, a la redacción de este artículo se hallan en plena actividad distintos factores que determinan precipitaciones débiles a moderadas, con probabilidad de algunas tormentas aisladas, en distintas áreas de la región pampeana. Para dar una evaluación de las consecuencias que estas lluvias podrían tener, habrá que esperar a que los sistemas pasen y analizar los milimetrajes resultantes.

El hecho es que estas lluvias, tardías para la demanda de la soja, no aportarán gran incremento de los rendimientos de las zonas más productivas, que ya están definidos, sino que eventualmente podrán llegar a complicar la logística de la cosecha en curso, por falta de piso.

Debemos tener en cuenta un aspecto: en el mes de abril las precipitaciones normales en la provincia de Santa Fe son aún muy importantes, lo mismo que en Entre Ríos. La climatología indica que en abril llueven normalmente unos 80 milímetros en el sur de Santa Fe, aumentando hasta unos 150 milímetros en el extremo noreste de la provincia. Esto quiere decir que de por sí el riesgo de excesos a cosecha para la soja en Santa Fe es importante, estadísticamente hablando.

La tendencia para lo que resta del mes no indica propensión hacia lluvias superiores a las normales en el noreste de la región pampeana (Santa Fe y Entre Ríos). Así, el significativo riesgo de inconvenientes por falta de piso en abril en esta zona no sería particularmente amenazante en el caso actual, esperándose sólo alguna demora breve.

Heladas

En cuanto a la posibilidad de heladas tempranas, que podrían afectar a algunos lotes más tardíos, los mayores riesgos se concentran sobre Buenos Aires y La Pampa, disminuyendo hacia el norte de la región pampeana.

Las lluvias han aumentado las reservas de humedad en el suelo, generando recargas importantes que tal vez no contribuyan a aumentar los rindes pero sí a disminuir los efectos de una eventual entrada de aire frío desde el sur.

El cuadro que acompaña esta nota muestra la probabilidad estadística de que se registren temperaturas inferiores a 0ºC (helada meteorológica) e inferiores a 3ºC (helada agronómica) en distintos puntos de la provincia de Santa Fe, antes del 1º de mayo. A fin de comparar los resultados se incluyen los valores correspondientes al sur de La Pampa (Santa Rosa) y sur de Buenos Aires (Tres Arroyos).

En el cuadro se puede observar que, estadísticamente hablando, la probabilidad de registrar temperaturas inferiores a 3ºC antes del 01/05 es muy alta en el sur de la provincia de Santa Fe (en uno de cada dos años esto ha sucedido).

Aunque las condiciones actuales no sean especialmente favorables para que esto ocurra, debe esperarse alguna entrada de aire frío en lo que resta de abril, que alcance al menos el sur de la provincia.

Consultora de Climatología Aplicada (CCA)