| miércoles, 14 de abril de 2004 | Un clásico sin sorpresas Susana arrancó sin novedades pero copó el rating No hay dudas que Susana Giménez se convirtió en un clásico de la televisión argentina. Las amas de casa la esperan para ver qué ropa estrena, los programas de chismes para ver qué dice sobre Jorge "Corcho" Rodríguez y con qué se va a equivocar, y el resto la ve por las dudas. En su temporada número 17, Susana sigue haciendo lo mismo de siempre y, lo que es peor, le da resultado. En su primera emisión tuvo un rating de 30.5 puntos y Telefé sigue descorchando champagne.
La fórmula de Su es sencilla: una apertura con glamour, un par de invitados importantes, un número musical y algún humorista de talento. Y ella, como personaje central, por sobre cualquier estrella que llegue a su programa.
Julio Iglesias fue el primer invitado. El español le dio tres besos en la boca y se le insinuó varias veces. Le dijo que quería estar en su cama, aprovechando que ahora estaba sola, y hasta la jugó de periodista: "Quiero hablar de ti", le dijo, arriesgándose a espiar la vida privada de la diva.
El otro invitado estrella fue Diego Maradona, que aprovechó para disparar con munición gruesa contra su ex manager Guillermo Cóppola y tomó como "un golpe bajo" cuando aparecieron en el piso sus hijas Dalma y Gianina. Se quejó, pero sin enojarse. El show debe seguir.s
Lo mejor fue Antonio Gasalla con una abuela más zafada que nunca. Ahí sí, Susana se puso colorada en serio, porque como siempre el actor la sorprendió con algo que no estaba en la rutina. Y, palabrotas de por medio, construyeron el momento más divertido del envío. Poco, muy poco para un debut tan esperado. enviar nota por e-mail | | |