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 miércoles, 14 de abril de 2004

El Cairo reabrirá como complejo cultural, bar temático y boliche
Se integrarán la planta baja y el subsuelo con una oferta de actividades las 24 horas. Intentan sumar un microcine

Silvina Dezorzi / La Capital

La esquina del bar El Cairo se transformará en un ambicioso complejo gastronómico-cultural que estará abierto las 24 horas e incluye la apertura de un bar temático con restaurante en la planta baja y un salón de usos múltiples con funcionamiento nocturno en el subsuelo, incluso como lugar de recitales y boliche, según admitieron a La Capital la secretaria de Planeamiento y el director de Habilitaciones de la Municipalidad, Mirta Levin y Gustavo Leone. Por estos días, varias reparticiones de la Intendencia estudian lo que se dice con lupa el proyecto presentado por un grupo empresario local para que "salga lo antes posible" y con "el mejor encuadre legal", de modo que nada entorpezca la propuesta calificada de "más que interesante" por la propia Levin. Es que, además del aspecto cultural, el emprendimiento reactivará una de las más emblemáticas esquinas del microcentro, hoy decaída por el cierre de locales, y recuperará la fachada original del edificio, declarado patrimonio urbano.

El problema principal que enfrenta el proyecto -aún rodeado de cierto misterio- es el uso del subsuelo: si decide habilitarlo, el municipio deberá hacer una excepción a la ordenanza que rige la radicación de boliches. Por eso, tanto desde Habilitaciones como desde Tramitación y Fiscalización Urbanística estudian cómo adecuar la propuesta ("un complejo con usos muy diversos en el mismo edificio", explicó Levin), "para que luego no traiga ningún conflicto en la zona".


Un lugar emblemático
El bar El Cairo, que había abierto sus puertas en 1943, cerró hace ya un año y cuatro meses. Antes de bajar las persianas el local, durante medio siglo uno de los más tradicionales en Rosario, pasó a ser propiedad de María José Mattievich, una joven rosarina que por entonces soñaba con reabrirlo al poco tiempo como bar literario, donde la gente pudiera "sentarse a leer un buen libro mientras disfruta de la melodía de un piano".

El proyecto de Mattievich (dueña también del local conexo por Sarmiento, donde hasta hace poco funcionaba un pool) se fue dilatando y finalmente la joven decidió poner la esquina en alquiler. Desde entonces le llovieron "las ofertas más disparatadas, hasta para un supermercado", recordó. Por eso, la joven prefirió tomarse "el tiempo del mundo" y ahora espera que los empresarios interesados en montar el complejo terminen con los trámites y despejen cualquier riesgo de que una traba posterior frene la "gran inversión" que, según Mattievich, propone el megaproyecto.


Cómo será
Por ahora se sabe que la planta baja del ex Cairo y el local contiguo por Sarmiento se convertirían en un bar temático y restaurante, con otros espacios dedicados a los libros -para venta y lectura- y la exhibición de películas. Sobre este último punto todavía existen cabos sueltos.

Un integrante del grupo inversor local, el empresario de la noche Omar Battistelli, admitió que "aún hay pocas certezas" al respecto y no se descarta que sigan las negociaciones sobre las dos alternativas que se barajan. Una es que al complejo se termine sumando el cine El Cairo, pegado a la esquina por Santa Fe. La otra, que el Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (Incaa) dé su apoyo para incluir un microcine con unas 40 ó 50 butacas al interior del propio bar, donde se estrenen y exhiban películas nacionales, como hace en Buenos Aires el Complejo de Cine Argentino Tita Merello.

Pero, al menos por ahora, la primera de esas posibilidades fue negada por el gerente de la cadena Monumental (a la que pertenece El Cairo), Daniel Grecco. Según dijo, las conversaciones con los empresarios no prosperaron y la sala no se sumaría al proyecto, aunque sí adaptaría su fachada a las obras de restauración. "Hubo acercamientos para integrar al cine El Cairo como sala del Incaa y con el bar de la esquina, pero finalmente no tomamos ninguna decisión porque tenemos un contrato con la gente que nos alquila el local para que la cadena siga explotándolo", explicó Grecco.

La otra alternativa está siendo gestionada ante las autoridades del Incaa por el subsecretario de Cultura provincial y ex director de la carrera de cine local, Raúl Bertone, "interesado" en el proyecto. La idea es que el instituto nacional aporte filmes y parte del equipamiento.

Los otros usos previstos para el subsuelo -lo que Leone definió como "una combinación importante de rubros a los que cuesta encuadrar"- varían según el horario. Durante el día funcionarían talleres de distintas disciplinas y habría espacios para el diseño, muestras, proyecciones y otras actividades propias de un centro multicultural. Por la noche -"después de cenar", definió Leone- los bajos de El Cairo podrían albergar música, cantautores o danza, y también funcionar como boliche. Y para eso deberían quedar garantizados algunos aspectos medulares, como "que no aparezcan problemas con el tránsito o los vecinos", dijo.

Las cuestiones de sonido, seguridad e higiene también estarían contempladas en el proyecto con insonorización del subsuelo, salidas de emergencia a tono con la ley y baños para discapacitados. Pero, por ahora, todo figura sólo en papel: el contrato de alquiler aún no se firmó, el municipio estudia todo "en detalle" y los inversores siguen sacándole punta al lápiz. "No es un proyecto fácil, hay que encuadrarlo en las normas vigentes para hacerlo viable", sostuvo Leone.

Lo obvio es que "voluntad política" no falta: según versiones en off, tanto el municipio como el gobierno provincial están muy interesados en que El Cairo reabra con un perfil cultural y hasta habría habido reuniones previas a este proyecto para intentar otras formas de cogestión público-privada. Tampoco faltaron intervenciones oficiosas de funcionarios y concejales para aportar sus ideas.

Por eso ahora que apareció una inversión privada la intención es darle soga. "¿Para qué trabar un proyecto y tener cerrada una esquina que tanto quieren los rosarinos?", apuntó Leone. Una síntesis de lo que se piensa en la Municipalidad.

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El Cairo aguarda que un proyecto ambicioso reviva a su emblemática esquina.

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