Año CXXXVII Nº 48327
La Ciudad
Política
El Mundo
Opinión
Información Gral
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 13/03
Campo 13/03
Salud 10/03
Autos 10/03


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 14 de marzo de 2004

Editorial
Las escuelas de Rosario

A sólo una semana del inicio del ciclo lectivo, La Capital publicó un informe que reveló el pésimo estado de la mitad de las escuelas de la ciudad. La fuente de la información había sido un trabajo de campo efectuado por el gremio docente local y que se repite año a año con resultados similares.

Las clases ya han comenzado y mañana se inicia la segunda semana. Hasta ahora, más allá de las promesas de la ministra de Educación de la provincia, no se ha informado oficialmente cómo se ha asistido a los colegios que carecen de vidrios y mobiliario y tienen todo tipo de necesidades insatisfechas para poder albergar a sus alumnos.

La educación pública debería ser el principal norte de todo gobierno, pero todos los años se advierte un creciente deterioro en todo el sistema. Por empezar, el salario de los maestros es prácticamente insignificante, aun con el aumento escalonado de sólo cien pesos que le ha otorgado el gobierno. Con sueldos de tamaña precariedad es difícil motivar a los docentes y exigirles perfeccionamiento y calidad en la enseñanza. A esta situación, que viene de años y se agrava, se suma el permanente desfinanciamiento del sistema que ya ni siquiera puede ofrecer bancos en condiciones en todas las escuelas.

El gobierno de la provincia tiene la obligación moral de responder con sus recursos a fin de restablecer las condiciones mínimas para que los chicos puedan instruirse en un lugar adecuado, sin humedad en las paredes, sin aberturas destrozadas ni baños precarios. El dinero de los contribuyentes santafesinos -que en febrero aumentó un 30 por ciento respecto al mismo mes del año anterior- tiene que estar destinado con prioridad a la educación y a la salud públicas. No se explica que un Estado provincial elefantiásico, burocrático y que demora una profunda reforma, sea todavía incapaz de atender con eficiencia a lo más sensible de todas las cosas: la educación de los chicos.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados